- Título: La papeleta en blanco
- Autor: Almudena Navarro
- Nº de Páginas: 226
- Tamaño de Archivo: 473 KB
Me apunté a la lectura conjunta del blog de Laky atraída por una novela que, a priori, tenía
todos los ingredientes para que me gustara. En primer lugar, su portada: con
ese coche negro antiguo que ya deja entrever que está ambientada en otra época.
Ya sabéis, que las portadas es lo primero que me atrae de un libro, ya que todo entra por los ojos y aunque es sencilla,
tiene lo justo para que resulte atractiva.
En segundo lugar, me atrajo la época en la que está
ambientada: la Segunda República, una etapa de nuestra historia reciente que no
es muy conocida desgraciadamente. Es raro que una novela se centre en esta
época (al menos yo no leí ninguna), así que razón de más para querer leerla.
Y por último, me llamó la atención que se situase en La
Mancha, una tierra que adoro a pesar de no conocerla casi como os contaré
después. Y bueno, una historia en esa maravillosa tierra que fue escenario de
la novela más importante escrita en nuestra lengua, no puede decepcionar. Y si
a eso añadimos que soy quesera a más no poder y amante del queso manchego por
encima de todo, ya os podéis imaginar lo que significa para mí La Mancha (y
desde aquí abogo por la declaración como patrimonio de la humanidad de ese
maravilloso lácteo que tantas tardes de verano me hizo disfrutar en mi infancia).
Y una vez leída, ya os digo que no me decepcionó, pero como todo, quizá se puedan mejorar algunas cosas como ya os contaré.
La verdad que ya no voy a aportar nada nuevo una vez leídas
casi todas las reseñas. Creo que con esta lectura opinamos casi todos lo mismo
y en mi caso, que ya es de las últimas, puede
dar la sensación de que he plagiado algunas cosas. Nada más lejos de la
realidad. Creo que, a pesar de todo, no somos tan diferentes y más si tenemos
en común un mismo idioma y un mismo país.
ALMUDENA NAVARRO, LA AUTORA:
Nacida en Madrid pero residente en Valencia, escribió La papeleta en blanco mientras una de
sus mellizas era operada de urgencia. Es su primera novela, que fue publicada
sólo en formato electrónico, ha tenido
un gran éxito y parece que va a dar lugar a una segunda parte. Actualmente se encuentra
escribiendo su segunda novela titulada Victoria Peñasol y que estar ambientada en la Guerra de Cuba.
ARGUMENTO:
La historia comienza en el pueblo manchego de Las Mesas en
los años anteriores a la Segunda República. Ahí vive Doña Enriqueta, que se la
puede considerar como la ricachona del pueblo, ya que es la dueña de casi todas
las fincas del mismo. A todo ello hay que añadir su fuerte carácter, que la
convierte en una mujer de “armas tomar”. Por todos estos motivos tiene a todo el
pueblo a sus pies y nadie se atreve a contrariarle nada. Ella tiene controlada
a toda la gente y hasta se atreve a cotillearles su correo.
Enriqueta tiene 2 hijas tan diferentes como el día y la
noche: Rocío, la pequeña, es avispada y culta, ya que ha sido educada en los
mejores colegios de Madrid; mientras que la mayor, Milagros, debido a un parto
complicado no acaba de llegar a ser del todo inteligente y se ve obligada a
permanecer en el pueblo sin mucho que hacer. Enriqueta viendo las carencias de
Milagros decide casarla con un pariente lejano, Enrique, quien debido a sus
ambiciones políticas ve ese matrimonio como una salida hacia su éxito. Así, empezará una carrera política ascendente, que
será decisiva en la historia de España, aunque con un desenlace totalmente
alejado de los que todos pretendían.
Rocío, sin embargo, se casa con Leopoldo, un hombre
malo e interesado que nunca demuestra ningún amor por ella
Así serán las vidas de 2 hermanas, donde nadie parecía presagiar que en realidad
será la pobre Milagros quien tenga mejor suerte.
OPINION PERSONAL:
Este libro me ha causado una gran sorpresa. Y no lo digo
porque me haya gustado o no su lectura, sino porque no era lo que yo esperaba.
Al leer su argumento me hice la idea de que se trataba de una historia
familiar, netamente femenina, donde Enriqueta sería la gran protagonista. Y sí,
la primera parte trata de la familia de Enriqueta, con sus líos, sus secretos y
sus desavenencias, pero en la segunda, la historia da un giro inesperado y se
convierte en una novela de tintes históricos. En ese sentido, he visto como una
pequeña desconexión entre ambas partes, que me hizo pensar si no sería debido a
que la escritora al final cambió de opinión respecto al libro y éste fue por
otros derroteros. Parece ser, que no fue así y que ella tuvo claro el tipo de
historia desde el principio.
Como leí en la mayoría de las reseñas, a mí también me gustó
más la primera parte, ya que prefiero las historias de familias, que dan más de
sí en las novelas. Aún así, tengo que reconocer que no me aburrió en ningún
momento, ya que la autora mantiene siempre un ritmo rápido de escritura.
Además, hay una gran documentación de la historia con nombres de políticos y
lugares, con lo que hace que está novela sea muy ininteresante desde el punto
de vista histórico y sirve para que conozcamos más a fondo esa etapa de la
historia reciente de España, que es desconocida para casi todos (según leí en
otras reseñas). No sé por qué razón, pero de la Segunda República hay una gran
laguna general hasta tal punto de no sé si pensar si falta catalogación de
documentos. Quizá se deba a que fue eclipsada por la Guerra Civil y casi
siempre las historias (ya sean en novelas o películas) giren en torno al choque
bélico (tan trillado a estas alturas) y si os fijáis si aparece la República,
son siempre los meses antes del estallido. Y bueno, a nivel educativo, como
esta época ya aparecía al final de curso y una de 2: o no daba tiempo a tocarla
o si daba tiempo estábamos ya todos muy cansados y lo estudiábamos por encima.
Y yo que estudié Historia Contemporánea en el extinguido C.O.U., curso en el
que había que estudiar todo el temario debido a la selectividad, resultaba que
era Historia Universal y España no entraba por ningún lado. En cuanto a mi
familia, mi abuela materna (que era republicana) se fue a ese sitio del que no
se vuelve cuando yo era muy pequeña, por lo que nada me pudo contar. Además, en
las historias de nuestros abuelos, parecía que no había otra cosa que la
guerra. Eso sí, mi madre siempre me cuenta por su madre, que en esa época
existía hasta el divorcio y ella sabe que sus tíos vivían en pareja sin estar
casados; algo muy normal ahora, pero que unos años después empezó a
considerarse pecado.
En la historia vemos la inestabilidad política tan grande
que había y la de partidos tan diversos. Y, por supuesto, las 2 “Españas”: los
rojos y los falangistas y, aunque no fueras de ninguno de los 2 bandos en
concreto, inevitablemente te metían en uno u otro.
Respecto a los personajes, pensaba que Doña Enriqueta iba a
tener más papel. En la primera parte es
la gran protagonista y es descrita como una mujer de fuerte carácter que tiene
sometido a sus pies a todo el pueblo. Es lo que se denomina “de armas tomar” y
tiene licencia para todo (incluso para leer el correo de la gente). No se le
escapa nada y por eso decide “comprar” al marido de su hija más desvalida. En
la segunda parte, pierde fuelle y hasta se hace menos dura, quizá debido a la
edad y a los golpes que le da la vida.
Su marido, Pepe, es una especie de “pelele” que no tiene ni
voz ni voto. Es un hombre más tranquilo y está totalmente eclipsado por su
mujer.
En cuanto a las hijas, Rocío, la pequeña es una chica
ambiciosa, caprichosa y, aunque tiene estudios (fue educada a los mejores
colegios de Madrid) lo único que le interesa es casarse con un buen partido y
residir en la capital. Para ello utiliza su buena posición económica y así es
como se casa con Leopoldo, un hombre sin escrúpulos y totalmente interesado. Rocío
es la gran fracasada de la historia y en ella podemos ver la gran decepción que
se lleva en la vida y lo peligroso que esto puede llegar a ser.
Milagros es un personaje algo complicado y como leí en las
reseñas de Tatty y de Xula, no acaba de estar muy logrado. Según nos cuenta la
escritora nació tras un parto muy complicado y quedó “algo retrasada”, lo que
le hace ser más lenta que las demás personas. En algunos momentos, es eso: una
chica poco inteligente, sin nada que hacer en la vida y que llega a tener ataques
de locura en determinados momentos de su vida. Pero en otros, no es más que una
chica algo inocente, pero muy normal. Siempre que aparecen personajes así en
las historias, hay como una especie de fantasía y al final ocurre que no les
pasa nada.
Un personaje que me gustó mucho fue Enrique, quien, a pesar
de parece ser un hombre “trepa” que aprovecha el pacto que le propone su tía
para llegar a ser algo en política, resulta un personaje humano y de grandes
sentimientos.
Pero como os decía, la ambientación me llamaba mucho la atención. Sólo conozco La Mancha de cuando iba a Andalucía de pequeña y recuerdo ver desde el coche esos molinos blancos que confundía Don Quijote con gigantes. Aún así, quizá debido a que en el barrio de Madrid donde pasé mi infancia los porteros de las fincas eran de esa zona, hace que esa tierra forme parte de mí. Recuerdo a los porteros con esa boina tan característica sentados en la silla afuera del portal al lado de sus mujeres que hacían ganchillo a todas horas. Ellas casi siempre vestidas de negro, guardando siempre luto por alguien. Una tierra de gente de campo que todavía utilizaban expresiones y palabras típicas como “viajeras” en lugar de autobuses. En la novela, sobre todo en la primera parte, se describe perfectamente cómo era la vida en un pueblo alejado de todo en la primera mitad del Siglo XX: los ricos que eran dueños de todo, los sirvientes supeditados a sus ordenes, la gente yendo a misa los domingos, el cura que era amigo de la ricachona del pueblo… La descripción es perfecta, pero tampoco la escritora se extiende demasiado en ese sentido, si no que utiliza muchos diálogos para dejar caer palabras como “gañán” (que ya todos utilizamos debido a un programa de TV que popularizó La Mancha), refranes típicos o vulgarismos.
Pero como os decía, la ambientación me llamaba mucho la atención. Sólo conozco La Mancha de cuando iba a Andalucía de pequeña y recuerdo ver desde el coche esos molinos blancos que confundía Don Quijote con gigantes. Aún así, quizá debido a que en el barrio de Madrid donde pasé mi infancia los porteros de las fincas eran de esa zona, hace que esa tierra forme parte de mí. Recuerdo a los porteros con esa boina tan característica sentados en la silla afuera del portal al lado de sus mujeres que hacían ganchillo a todas horas. Ellas casi siempre vestidas de negro, guardando siempre luto por alguien. Una tierra de gente de campo que todavía utilizaban expresiones y palabras típicas como “viajeras” en lugar de autobuses. En la novela, sobre todo en la primera parte, se describe perfectamente cómo era la vida en un pueblo alejado de todo en la primera mitad del Siglo XX: los ricos que eran dueños de todo, los sirvientes supeditados a sus ordenes, la gente yendo a misa los domingos, el cura que era amigo de la ricachona del pueblo… La descripción es perfecta, pero tampoco la escritora se extiende demasiado en ese sentido, si no que utiliza muchos diálogos para dejar caer palabras como “gañán” (que ya todos utilizamos debido a un programa de TV que popularizó La Mancha), refranes típicos o vulgarismos.
Como parte negativa, creo que lo peor es la edición, ya que
como sabéis abundan las faltas de ortografía, aunque, al menos en la que leí
yo, en la segunda parte parece que hubo algún editor, ya que hay mejor
expresión y menos faltas. También, venía el capítulo 13 y el epílogo, que en
otras ediciones no había y la gente tuvo que acudir a internet para leerlo. Ahí
es donde viene el final, que se puede considerar algo precipitado, pero hasta cierto
punto es lógico. Es el típico libro que te quedas con ganas de leer más páginas
y es de esperar una segunda parte.
CONCLUSION:
Quitando las pequeñas faltas que podemos encontrar en un
libro de autopublicación, se trata de un gran libro. Es una historia muy útil
para conocer como era la Segunda República, tan olvidada tiempo después y que
además se lee de manera rápida. Así que, la considero como muy recomendable.
Lectura obtenida en el sorteo del blog de Lectora de Tot
Uf!! Pues fíjate que me estaba llamando la atención y a media que iba leyendo tu reseña me iba interesando más, pero has mencionado lo de las faltas de ortografía y he perdido el interés por completo. Da igual que sea autopublicado o no, un escritor no se puede permitir ni una sola falta de ortografía (puede haber algún error tipográfico), pero ¿faltas de ortografía? No puedo con ellas. Por el momento lo dejo pasar. Un saludo
ResponderEliminarPues a mí me dejó la misma sensación que a tí. La primera parte me gustó mas aunque la segunda tan instructiva. Y quitando los pequeños fallos no está mal su lectura.
ResponderEliminarCoincidimos en bastantes puntos, yo también pensaba que sería otro tipo de historia pero me ha gustado quitando algunas cosillas como la ortografía o el final. Por cierto, yo también soy una quesera :)
ResponderEliminarbesos
Mmm... pues no sé. Un libro con faltas de ortografía... Me da un grima increíble... Me tendré que pensar bien si me leo este libro o no porque con la gran cantidad de libros pendientes que tengo, ponerme con uno con faltas... pues no.
ResponderEliminarBesotes y felices lecturas
Muchas gracias por la reseña! Me ha encantado! Y de verdad que siento mucho no haberme corregido antes de colgarla... He subsanado el error en la última edición. No me gusta releerme...jajaja. Agradezco a todos, de verdad, las reseñas, porque en el fondo habéis contribuido a que sea un libro mejor. Mil gracias! Almudena.
ResponderEliminarNo me atrae demasiado esta novela. Quizá la tuya sea la reseña más positiva que he leído de ella. Lo de las faltas de ortografía me parece intolerable...
ResponderEliminarBesos,
Coincidimos en bastantes cosas. Creo que el problema con este libro son las expectativas que nos habíamos creado. Y que en cierto momento me parecía que la autora tenía prisas por contar la historia... Pero en líneas generales, quitando lo de las faltas de ortografía, es un libro que se lee bastante bien.
ResponderEliminarBesotes!!!
Creo que tod@s los que hemos leído la novela coincidimos bastante, aunque creo que yo soy menos entusiasta de tú. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar y por esta fantástica reseña, te has superado a ti misma!
ResponderEliminarEn líneas generales, creo que coincidimos casi todos los participantes, no?
Besos
Sí, más o menos opinamos todos lo mismo.
EliminarEs posiblemente de las reseñas más positivas, Leira, si bien es cierto que profundizas en algún punto que no me había coincidido.
ResponderEliminarMuchas gracias y besos
Yo también he observado esas faltas de ortografía que debieran de haberse consultado por la escritora, la editora y el corrector. "porque", "el porqué","por qué". Todavía no he terminado de leerlo pero estoy notando ese cambio brusco de la historia familiar a la parte histórica de la que hago una lectura rápida.
ResponderEliminarSoy manchega, de un pueblo cercano a Las Mesas, de ah´mi interés por la historia familiar y costumbrista.
Un saludo.
A mi es un libro que me gustó aunque el final me dejó medio así, rara...aún no leí el segundo final. Saludos
ResponderEliminarEn su día no me llamó la atención esta novela, pero por lo que he visto a través de tu reseña es que tiene su enjundia, más allá de los errores que comentas, tan típicos de la autopublicación fácilmente subsanables si un buen editor se hubiese hecho cargo de ella.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención tu interés por La Mancha (más allá del momento "queso"), pues a mi, durante años, me pasaba lo mismo que a ti: conocía esta Comunidad al pasar por la N-iV, camino de Andalucía, me fijaba en esos impresionantes molinos que bordeaban la autopista y poco más. Pero ya siendo mayor, decidí que quería conocerla más a fondo y en mis frecuentes viajes al sur, procuraba cada vez conocer un lugar concreto y echaba el día. Hoy puedo decir que conozco bastantes pueblos manchegos y que no defraudan.
Un beso.
Recuerdo que en un pueblo de camino a Andalucia, hacían unos churros buenímos y mucha gente aprovechaba y hacia una parada en la mañana del viaje y los desayunaban. Es una tierra que muchas veces queda como "tierra de paso" y está algo olvidada injustamente.
EliminarUna reseña muy completa y con la que ya se que cualquier día de estos me pongo con su lectura, la época, el lugar y la trama creo que me van a enganchar,
ResponderEliminarbesucus
Creo que no me gustaría. Me cuesta mucho leer histórica.
ResponderEliminarSaludos
En su dia no me llamó la atención, además me he propuesto no agobiarme con lecturas conjuntas, así que deje pasar el tren. La II Republica es un tema que me atrae y no está nada trillado, así que igual me planteo su lectura
ResponderEliminarHola Leira, leyendo las reseñas del concurso del blog de Kayena, acabo de recalar en tu blog y me he quedado. Ya había visto alguna que otra reseña de este libro, y he encontrado en la tuya un sentido que no había visto en ninguna otra, aparte del punto del queso, que también a mi me gusta.
ResponderEliminarRespecto a las faltas ortográficas y de estilo, también a mi me molestan muchísimo, en el comentario que te ha dejado la autora lo reconoce y creo que aprenderá de la e experiencia que es lo importante, pero hay que tener un poco de empatía y, no es lo mismo un libro que publica una editorial con todos sus medios que un autoeditado, para mi esto marca la diferencia, es como si te compras un jersey de Dior y a los pocos días te hace "bolitas", te dan ganas de hacer una barbaridad, pero si te lo compras en un mercadillo, pues, bueno que le vas a hacer, lo que dure ha durado ...
Bueno Leira, que tu reseña me ha gustado. Un beso
Sí, cuando lees un libro autopublicado ya sabes a lo que te expones y ya sabes que las faltas van a estar ahí. Como dices, en un libro de una gran editorial pagas la marca y una sola falta te parece imperdonable. En uno que no pasó ningún "filtro" tienes que perdonarlo todo, que para eso te salió gratis practicamente.
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