- Título: Atención al cliente
- Autor: Benoît Duteurtre
- Editorial: Funambulista
- Año de publicación: 2012
- Nº de Páginas: 136
- ISBN: 978-84-93985-87-8
Cuando me mandó la Editorial Funambulista la publicidad de este
libro, pensé que era del departamento de atención al cliente de algún sitio, ya
que en el asunto decía, precisamente eso: ATENCION AL CLIENTE.
¿Cuántas veces nos oímos al día eso de “vaya a atención al
cliente”? Lo mismo en una gran superficie, que en una compañía telefónica o de
aviación. Atención al cliente a todas horas… O del paciente, como lo llaman en
los hospitales y una vez un cliente-cabreado también se refirió con este
término en unos conocidos almacenes con fama de atender de forma magistral al
cliente (y os digo que con la crisis se están poniendo las pilas). A mí me dio un ataque de risa, pero el hombre
sabía bien lo que decía, no había sido una confusión de términos.
Un departamento al que nadie quiere ir, ya que, normalmente se debe a que algo nos ha salido mal (o no del todo bien). Pero muchas veces no podremos ir directamente a hablar con este servicio, sino que nos vemos obligados a contactar telefónicamente. La mayoría de las veces, una voz femenina nos indica que marquemos este número y otro, dependiendo lo que queramos hacer. Y, comprábamos decepcionados que pasa el tiempo y nadie nos soluciona nada. Este libro, trata de eso: de una atención al cliente desesperante. Una historia que a cualquiera nos puede ocurrir (y que, seguro que nos sentimos identificados al leerla).
BENOIT DUTEURTE, EL AUTOR:
Es un autor francés totalmente desconocido para mí (de
hecho, tampoco es un país del que nos llegue demasiada literatura). Estudió
musicología, de hecho trabaja como crítico musical para diferentes medios
franceses. Tiene 18 novelas publicadas, pero sólo 3 han sido traducidas al
español: Locura parisina, La niña y el cigarrillo y Viaje a Francia.
ARGUMENTO:
El protagonista de la historia es el propio narrador de la misma. No llegamos a saber su nombre; sólo que es periodista de profesión, soltero y cuarentón (como se define a si mismo). Vive en Paris y su situación económica es bastante buena. Sus padres deciden comprarle un móvil última generación donde, como no podía ser de otra forma tiene todos sus contactos, teléfonos de amigos, de gente del trabajo... Su vida está toda metida en ese pequeño aparato. Un día, después de coger un taxi, lo deja olvidado en él. Su propósito, lógicamente, es recuperar su tarjeta. Una tarea que parece sencilla, pero que se complica desde el minuto 0. Lo primero que se encuentra es con un teléfono al que tiene que llamar desde un fijo (no tiene su móvil, así que desde ahí no puede llamar) y estas llamadas cuestan muchísimo dinero. Algo que parece tan fácil, se convierte en una odisea: voces grabadas que le indican que marque un número u otro, teleoperadoras que no tienen ni idea de lo qué va el asunto y por supuesto, un problema que persiste y que no acaba de tener solución.
Mientras, recibe cartas de atención al cliente, denominándole “cliente privilegiado” y regalándole puntos que, evidentemente, no valen para nada. Las cartas van firmadas por un tal Dominique Delmare, del que nadie parece saber de su existencia.
Por si esto fuera poco, cuando decide viajar a Estados Unidos y Canadá, se encuentra con trabas de todo tipo: tarjetas de crédito que luego no valen para nada, viajes de avión que se cancelan por “problemas técnicos” y él no tiene nada más que marcar contraseñas y contraseñas, para luego estar tirado al no encontrar quién le solucione sus problemas.
Cuando vuelve a Paris, se encuentra que no puede entrar en Internet. Le piden una contraseña, que nadie sabe. La compañía es la misma que la del móvil y es entonces cuando decide ir a la oficina donde se encuentra el departamento de atención al cliente (donde hacen de todo menos atender). Una oficina apartada de todo y donde se encuentra con gente como él.
OPINION PERSONAL:
Os aseguro que una persona de mi entorno perdió el móvil
como el protagonista de esta novela y en 5 minutos lo tuvo solucionado. Con
esto no quiero decir que el libro me haya parecido una exageración y no me haya
gustado por eso. Al revés: me ha parecido una historia muy entretenida y de
esas que se leen en 1 ó 2 sentadas como mucho. Se trata de estas historias que
hacen una crítica mordaz a la nueva forma de vida, donde están las multinacionales,
que por no hacen más que ofrecernos publicidad y buenas promesas que luego se
traducen en nada. Pero no sólo el consumidor es victima de este sistema, sino
que todo empieza en la propia empresa: teleoperadores que están ahí tras una búsqueda
desesperada de empleo o jefes que no son más que piezas de un sistema donde ellos
son los primeros atrapados en una especie de secta que amenaza con acabar con
su puesto.
La novela está escrita en forma casi de artículo de revista
o como si un amigo nos estuviera relatando su odisea a través de una carta o
correo electrónico. Utiliza un lenguaje sencillo y en ella aparecen pocos
personajes. Ya os aviso que hay una sorpresa muy especial que, por supuesto, no
desvelaré.
Es un libro muy recomendable, que encima lo podemos colar en
nuestras lecturas, al ser corto y muy fácil de leer. Además, nos sentiremos identificados
con cada una de las desventuras del desdichado protagonista: contraseñas que no
recuerda, llamadas infructuosas y desesperadas con voces impersonales que nos
complican la vida una y otra vez. Y ves que el problema sigue. Una historia
acerca de a dónde nos pueden llevar los avances tecnológicos, que muchas veces nos
complican la vida más que otra cosa. Unos avances que quizá no se adapten a la
vida como parece en un principio.
Lectura por gentileza de la Editorial Funambulista