- Título: Muerte en el Café Gijón
- Autor: Ruben Loza Aguerrebere
- Editorial: Funambulista
- Año de Publicación: 2012
- Nº de Páginas: 208
- ISBN: 978-84-939855-2-3
SINOPSIS: En esta sorprendente novela hay un crimen sin móvil, todos los personajes se consideran culpables y hay que descubrir si hay un inocente. A medida que cuentan sus culpas al lector, los personajes van dibujando el retrato de la víctima. Y así se elabora una larga cadena de equívocos, que se entrelazan en el Café Gijón de Madrid (famoso por sus tertulias literarias), en el sur de Francia, en casa del autor de Cyrano de Bergerac, así como en las calles de París y Montevideo.
Cuando la Editorial Funambulista me mandó un e-mail con la presentación
de este libro, lo primero que me llamó la atención fue que estuviese ambientado
en el mítico Café Gijón. Para todos los que residimos en la bella ciudad
asturiana, este café es cuanto menos una especie de embajada en el centro de la
capital española. En Gijón, lógicamente hay otro establecimiento con este
nombre, que sinceramente tuve que encontrar por obra y gracia del Sr. Google.
Prometido, que en cuanto pase por esa calle, hago foto y la subo.
Para hablaros de esta novela, obligatoriamente tengo que
meteros en ambiente, contándoos un poco de la historia de este local. Lo
cierto, que el Café Gijón es de esos lugares que todos tenemos la sensación de
haber estado alguna vez, ya sea por haberlo visto en TV o haber leído alguna
novela ambientada ahí.
Según encuentro en su página web y en la Wikipedia se encuentra situado en el número 21 del madrileño Paseo de Recoletos, muy cerca de las calles Almirante y Prim, de la Biblioteca Nacional o del Museo Arqueológico (que visité en 6º de la antigua E.G.B y que fue, sin duda, el museo que más me gustó de Madrid, exceptuando el Prado, que no tiene comparación con ninguno). La terraza se encuentra en el pasillo central de paseo, que cuando hace buen tiempo se convierte en un lujo para todo el que se sienta a tomar algo. No hay que olvidar que las terrazas de Madrid, se convierten en las playas que no tiene cuando llega el verano y hay una gran vida social en ellas.
Y si se llama Gijón es, precisamente porque era la ciudad natal de su fundador, Guillermo Gómez (o García, ya que no está muy claro cual es su apellido). Este asturiano había emigrado a La Habana y con el dinero que ganó ahí compró un pequeño local en el Paseo de Recoletos. Fue inaugurado un día de San Isidro (es decir, un 15 de Mayo) de 1888. Un día muy apropiado, como veis, el del santo más castizo por excelencia.
En esa época había muchos cafés en la capital, todos ellos situados cerca de la Puerta del Sol y mucho más lujosos. Éste sólo tenía una gran vida social en verano, debido a que el Paseo donde se ubica era muy frecuentado durante los meses de calor. Se le consideraba un café de barrio sin más, ya que no era nada elegante.
Siguiendo con sus comienzos, por ahí pasaban intelectuales
de la talla de Ramón y Cajal, Benito Pérez Galdós o Valle-Inclán. Se hablaba de
todo un poco: de toros, de política, de actualidad… Y sin duda, fue el punto de reunión de parte
de los escritores de la
Generación del 27 y del Garcilasismo.
Como tuvo tanto éxito, se amplió el local y según pasaban
los años acudían otros intelectuales como Federico García Lorca, Jardiel
Poncela o Agustín Foxá. Y, entre los
tertulianos más recientes se encontraban Fernando Fernán Gómez, Manuel
Alexandre, Paco Umbral o Paco Rabal. Y, por supuesto, Camilo José Cela, cuya novela La Colmena estaba inspirada
en el Café Gijón.
Hace poco vi un reportaje en Informe Semanal que contaba que peligraba su existencia. El hecho de que ya haya calefacción en las casas (no olvidemos que mucha gente acudía a él guareciéndose del frío madrileño) y las nuevas tecnologías, hacen que este tipo de cafés-tertulias no tengan tanto sentido. Afortunadamente, se mantiene en pie y es de esperar que siga adaptándose a los tiempos.
Y, por supuesto, da nombre a uno de los premios literarios
más importantes de nuestras letras. Empezó a concederse en 1949 de la mano de
Fernando Fernán Gómez. Durante 1976 y 1982 debido a problemas económicos dejó
de concederse. Desde el año 1989 es el propio Ayuntamiento de Gijón quien
financia este premio. Entre otros escritores, lo ganaron escritores como Carmen
Martín-Gaite o Luis del Val.
Os dejo su página web si queréis más información: http://www.cafegijon.com/. También encontrareis
muchos datos en la
Wikipedia.
RUBEN LOZA AGUERREBERE, EL AUTOR:
La
verdad, que no encuentro mucha información sobre este escritor. Parece ser que es
colaborador de medios como El País de Uruguay (su país natal) y el ABC de
Madrid. Entre los premios literarios que ha recibido se encuentra el Premio
Borges o la Medalla
de las Artes y las Ciencias de Bilbao.
ARGUMENTO:
Fernando Vicente es un
escritor uruguayo que se encuentra en Madrid para la presentación de su primera
obra. Una calurosa tarde de julio acude al Café Gijón para tomar un café. Sorprendentemente,
aparece muerto en el baño junto con una pastilla, por lo que todo apunta a que
fue un suicidio.
Por
este motivo, todos sus allegados se sienten culpables del final de Fernando: su
hermana, su antiguo amor o el crítico de El País Germán Yanke son algunos de
los que lo conocieron y por diferentes motivos piensan que son los culpables
del trágico final de Fernando.
OPINION
PERSONAL:
Por
el título de Muerte en el Café Gijón todo parece presagiar que nos encontramos
ante una novela policiaca en la que hay que averiguar entre sus páginas quién
fue el asesino del protagonista.
Sin
embargo, el planteamiento es otro muy distinto y es lo que hace que esta obra
sea tan original. En realidad, sabemos quién es el culpable desde la página 1.
Y bueno, en el argumento que adjunto en mi reseña os digo la esencia del mismo
para no meteros spoilers de ningún tipo ni para no desvelar su verdadera
estructura, ya que en ella reside la esencia de Muerte en el Café Gijón.
Como
os decía, el libro empieza con el culpable y entonces estaréis pensando que si
se acaba la intriga, dónde está la gracia de la historia. Precisamente en eso:
en que no es una novela negra al uso sino que es a través de los “sospechosos”
cómo vamos conociendo al protagonista.
En
cierto sentido me recordó en parte a Crónica de una muerte anunciada, la novela
de García Márquez donde el lector conoce un acontecimiento desde diversos
puntos de vista. Aquí al principio conocemos lo que va a pasar en el Café
Gijón, luego cómo era la vida de Fernando hasta llegar a ese bar donde acabó su
vida y poco a poco cómo fueron las reacciones de todos los que lo conocían.
Crónica
de una muerte anunciada es uno de mis libros preferidos precisamente por su originalidad
a la hora de narrar un hecho. Así que, este libro como ya podéis imaginar me ha
encantando precisamente por ser tan original en su planteamiento.
Aunque
es una novela corta (casi se podría decir que es un relato largo) está
perfectamente rematada en todos los sentidos: personajes bien definidos, trama
perfectamente resuelta y una mezcla de personajes reales y ficticios que le dan
un toque simpático a la novela.
Sí,
porque en ella aparecen gente como Vargas-Llosa, Plinio o German Yanke que al
final escribe el postfacio de la novela. Y los personajes ficticios parece que
son tan reales como los demás.
CONCLUSION:
Novela
corta, original y bien escrita hace que la recomienda de todas las maneras. Es
cierto, que hay muchas novedades, pero ésta se lee en un suspiro y simultáneamente
mientras estamos con otra lectura. Así que, apuntarla, que no os va a decepcionar.
Me acabas de descubrir un título muy sugerente. Me atrae eso que comentas de que el autor empieza por el final. Resulta irresistible. ¡Muchas gracias!
ResponderEliminarYo conozco un Cafe Gijon que esta en la avenida de la constitucion. De hecho, era donde iba a tertuliar con mis amigos cuando nos saltabamos alguna de las clases (yo estudié en el Jovellanos) No se si me recordarán, pero pase muchas horas allí. En cuanto a la novela, a mi me paso lo mismo que a ti y no pude evitar pedirla. Y la ventilé en un dia! La verdad es que me gusto mucho y el planteamiento es de lo mas original. Sin duda la recomiendo. Besos!
ResponderEliminarYo vi k estaba en Marqués de San Esteban. Yo estudié en el Jimena y eran muy míticos el Cafe Da vinci, el Alambique, el Blondie y otros que no me acuerdo.
EliminarMe parece una muy interesante lectura, que me anoto sin dudar. El que sea novela corta le hace ganar puntos a mis ojos...
ResponderEliminarBesos,
Uys, que me dejas con ganas de este libro. Y si encima es cortito... Ays, la lista de pendientes... ¡Cómo crece!
ResponderEliminarBesotes!!!
Vaya, no había prestado atención a este libro, pero ahora me has tentado. Le echaré un vistazo.
ResponderEliminarUn saludo,
Maribel.
Es verdad que es un café mitiquísimo de Madrid, no creo que lo cierren nunca aunque solo sea por la historia que tiene y por la cantidad de turistas que se acercan a él, por no hablar de lo bonito que es. A tomar algo solo he entrado una vez, pero pasar por delante lo he hecho miles de veces, me parece un escenario perfecto para una novela. Bsos
ResponderEliminarLas polémicas sobre su cierre y su terraza llevan años, pero todos confiamos en que sean simples rumores.
ResponderEliminarEl libro... es muy atractivo
Besos
Pues mira, me ha encantado la entrada y me apetece un montón leer el libro, no sólo por tener un planteamiento de lo más original, sino porque transcurre en un lugar que me encanta y donde he pasado muchas horas.
ResponderEliminarUn beso.
¡bienvenida! Ahora me paso por el tuyo
ResponderEliminaruyssssssssss que bien la tengo pendiente y esto le va a dar puntos para darle un empujoncito entre mis prioridades lectoras...
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