Lo que siento es miedo. Miedo me da lo que está haciendo el
partido de la gaviota. Y me temo que esto es sólo el principio. Porque sino tuviéramos
poco con la crisis económica mundial que nos machaca un día sí y otro también,
los que supuestamente nos representan se están encargando de destruir todo lo
que habíamos logrado.
Resulta que el que creíamos que era el progue, nos sale
ahora con una ley del aborto que nos va a dejar a las mujeres sin voz ni voto
en lo que supone la decisión más trascendental de nuestra vida: tener un hijo. No
contento con la crisis que tenemos encima, con los recortes a los que nos
someten y con la falta de trabajo; va y nos quita el supuesto más importante
para que una mujer interrumpa su embarazo: las malformaciones del bebé.
El aborto es un tema controvertido. No soy experta en biología
y por ese motivo desconozco hasta que punto puede haber vida en un embrión recién
concebido. Ya sé que tiene una carga genética irrepetible y que,
potencialmente, es un ser humano. Por eso, no me considero abortista en el
amplio sentido de la palabra. No me parece algo de lo hay que presumir como
hizo cierta ex ministra de la era socialista que tenía su aborto como uno de
sus orgullos de su vida. Para mí el aborto es un derecho y no una obligación,
sobre todo si se recibe la noticia de que tu futuro hijo no va a estar bien. Y
que no se confunda esto con la eugenesia, que no tiene nada que ver. ¿Es
eugenesia interrumpir una vida que lo va a tener todo menos vida?
Personalmente sería el único motivo por el que abortaría en
este momento. La nueva ley quiere que el médico sea el que de el consentimiento
si ve algo que no va bien en el embarazo (recemos porque al menos sea sincero,
ya que es ahora en que está todo a favor de la madre, cuántos casos hay de
gente a la que se les ocultó información). Ese médico al parecer tiene que
hablar de otras opciones a la madre. Espero que también se comprometa bajo
juramento que se va a hacer cargo de los
costes económicos que todo ello suponga, teniendo en cuenta lo que han hecho
con la ley de dependencia. Por supuesto, que firme en un testamento que él se
queda al cargo de esa criatura en caso de fallecimiento de los padres.
Y, digo, yo, ¿una mujer no puede tener el derecho de decidir
sobre la futura vida de su hijo?¿No es lo suficiente madura y consecuente con
sus actos?
Supongo que se estarán empezando a crear ofertas de vuelos a
Londres. No son muy caros y, al final y al cabo, es lo que hacían nuestras
antepasadas ¿verdad?
P.D.: Recuerdo que en el año 1996 cuando quedaban pocos días
de las elecciones que, finalmente, dieron la victoria al PP, la revista El
Jueves publicó un ejemplar especial dedicado a cómo sería España en el caso de
que saliera ese partido. Salía una España donde se prohibían los
anticonceptivos, el aborto y donde para conseguir plaza en un colegio público había
que estar bautizado. ¿Os suena de algo?
Desde Barcelona 92 no había vuelto a ver una ceremonia de
apertura de unas olimpiadas en directo. Algunas por la diferencia horaria y
otras como la de Atenas que me pillaron trabajando, lo cierto que ayer después
de 20 años pude ver el comienzo de unos Juegos Olímpicos. Unos juegos que
tenían que haber sido en mi adorado (y añorado) Madrid, pero que por estas
cosas de la vida se fueron a la capital cosmopolita más inglesa que se conoce:
Londres. Una ciudad que no necesita ningunos juegos para promocionarse y que todos
conocemos aunque sólo sea de verla en los libros de inglés del colegio:
No tenía ni idea de lo que iba a ocurrir, así que estaba preparada para todo. Y, después de visto lo visto, no se me ocurre otra cosa que definirlo como desconcierto (que haciendo un bueno juego de palabras y viendo lo que ahí sucedió, más parecía un concierto de british pop que el comienzo que un evento deportivo).
Para empezar, aparece una especie de alfombra verde emulando la campiña inglesa que a más de uno nos recordaba a las granjas del Facebook que tanto proliferaban hace años. La granja con helicóptero incluido y todo. Aparecían unas campesinas trabajando el campo y un grupo de niños al más puro estilo Los chicos del coro nos deleitaba con canciones típicas de las regiones británicas.
¿Os acordáis qué bien lo pasábamos comprando, sembrando y colocando todo?
La campiña dio lugar a la llegada de la industria con la
máquina de vapor. Aparecieron sufragistas, sindicalistas y ahí es cuando
empezaron a salir un batiburrillo de personajes que lo mismo bailaban cosas
raras como salían disfrazados de los Beatles.
Por no hablar de cuando salían unas camas para homenajear a
los hospitales ingleses con unos niños que leían cuentos bajo la luz de una
linterna. Y como este blog es sobre todo de lecturas, una pensaba que aquello
iba a ser un homenaje a la literatura inglesa, pero vamos, que nada más lejos
de la realidad. ¿Dónde estaba Sherlock Holmes? Un personaje que es a Londres lo
que el Quijote a La Mancha.
Luego aquello se convirtió en una especie de revival británico
donde sonó desde el Satisfaction de los Rolling hasta lo último de Amy
Winehouse pasando por los Sex Pistols. Y digo yo, qué tendrán que ver toda esta
gente con el deporte. Madre mía, mejor no pensarlo.
También hubo cosas originales como la llegada de James Bond
a Buckingham Palace para buscar a la reina en un helicóptero. Que todos pensábamos
que se iba a estrellar con el paracaídas. Por cierto, qué señora más
desagradable, si ni si quiera saludó a sus súbditos cuando desfilaron. Más bien
parecía que se ponía a hacerse la manicura.
Por supuesto, no faltó el sentido del humor británico con la presencia de un Mr. Bean que hacía trampas para llegar a la meta. Eso sí, se echó de menos a Benny Hill persiguiendo a pivones.
Otro momento importante fue el del desfile de países, todo ello amenizado por música británica como U-2 o los Bee-Gees. Lo más destacado fue a unos elegantísimos italianos vestidos de Armani que rivalizaron con la numerosísima delegación de los Estados Unidos que se decantaron por Ralph Lauren. Mientras, España de mercadillo como si no hubiera aquí grandes diseñadores también. Aunque sea de Zara, pero vamos qué mal gusto con esas faldas ortopédicas que parecían las de la Señorita Rottenmeyer. Para eso, el de ese país raro que no recuerdo el nombre que sólo se vistió con una faldita de cuero. O esos europeos (creo que eran checos) que se pusieron unas botas de agua por miedo a la lluvia. Sin olvidar a los anfitriones, que iban de Stella McCartney con unos trajes que parecía un homenaje a Elvis. Yo digo que podía haber homenajeado a los Beatles, pero ya se sabe que en casa del herrero…
La ceremonia estuvo amenizada por María Escario y Paloma del
Río, denominada ya como la
Uribarri de la gimnasia al acertar siempre las votaciones que
van a otorgar los jueces a las gimnastas. Tendríamos qué contar la de veces que
María dijo la palabra mujer a lo largo de las 4 horas que duró la gala: Que si
todos los países llevan mujeres, que si la mayoría llevan a una mujer de
abanderada,que si el Barón Pierre de Coubertin no quería a mujeres compitiendo…
Aquello parecía el día de la mujer trabajadora más que otra cosa. Pero lo mejor
fue cuando dijo que el coro que iba a cantar lo formaban unos niños sordomudos
(parece ser que su mudez afectaba sólo al habla) o que la delegación española
la formaban 27 nacionalidades (y yo sin saber que España es la suma de muchos
países). Por no olvidar que España desfilaba casi al final porque se seguía el
alfabeto inglés (tendría que haber estado Pumares recordando que las letras son
universales).
Todo acabó con Paul McCartney cantando el Hey Jude donde
todos coreamos eso del “Na, na, na, na, na….”
Que si llegamos a estar en una clase de química del instituto hubiéramos
dicho: "Na es el símbolo del Sodio”. Fijaos, al final lo que les faltó fue eso:
el Sodio de la Sal.
P.D.: Se están abriendo apuestas para ver qué cantantes van a actuar en Madrid 2020. ¿Tendremos que homenajear la movida madrileña? Se aceptan sugerencias.
Al final Laky me convenció y me apunto al maraton veraniego. Voy a elegir 5 libros que me propongo leer para este verano. Para empezar el libro que estoy leyendo y del que me queda poco:
1. B de Bella:
2. Tempus Fugit: Me tocó en un sorteo y tengo ganas de leerlo:
3. La boda de Julia Garwood: Este es un capricho que viene de mis tiempos del Círculo. No sé por qué me llamó la atención cuando lo vi y nunca lo cogí. Lo vi el otro día en un Kiosko y lo compré:
4. Mystic River: Este me tocó en otro sorteo y tengo muchas ganas de leerlo. Tengo entendido que está bastante bien.
5. Es peligroso asomarse: Me lo mandó la editorial El baile del sol y como es corto, lo tendré fácil. Aunque aviso que no me gustan los libros tan cortos y a veces hasta se me atascan:
No sé hasta donde podré cumplir el reto. Ya os contaré en setiembre.
Hoy hace 20 años de la inauguración de los Juegos Olímpicos
de Barcelona (espero que el blog no haga de las suyas y publique esta entrada
antes de tiempo). Dicen que 20 años no es nada, pero no es verdad. Y os lo dice
una que prefiere no pensar ni qué edad tenía ni qué hacía en esos momentos.
Aquellos juegos fueron mucho más que un acontecimiento
deportivo: fueron una demostración de que España formaba parte del mundo. Después
de más de una década tratando de superar aquellos 40 años de represión y
atraso, necesitábamos quitarnos en San Benito de que “África empezaba en los
Pirineos”. Todo empezó un 17 de octubre de 1986 con la ya famosa frase de Juan
Antonio Samaranch (por cierto, retransmitía la ceremonia Matías Prats, que de
aquella se dedicaba al deporte. 20 años después nos deleita con sus comentarios
todas las noches):
A partir de ahí empezaron las obras, los preparativos, la ilusión y las ganas de ver cómo serían aquellos juegos en nuestro país. Durante esos años hubo un programa de televisión que se llamaba Objetivo 92 donde nos contaban cómo se estaban preparando nuestros deportistas (hasta salió un tal Iñaki Urdangarín, posterior yerno del rey del que mejor no hablar).
También todos los ojos estaban puestos en la ceremonia de apertura. Para el himno de la Olimpiada, se contó nada menos que con 2 de las mejores voces del momento: Montserrat Caballé y Freddy Mercury, quien no pudo estar presente debido a su fallecimiento unos meses atrás. Parece ser que la Caballé fue la que pidió cantar con la estrella del rock y al final resultó que él no la necesitó para nada. La voz de Freddy Mercury era prodigiosa y hay un momento de la canción que ella tiene que hacer unos gorgoritos, ya que notó que se quedaba sin papel. Al no poder hacerse en directo (lo que hubiera sido la rehostia, con perdón) hubo que acudir al vídeo:
Después de la canción vino el ya famoso ¡HOLA! (por cierto, toda ella fue retransmitida por Matías Prats y Olga Viza y la voz en off era la de la que se dice que es la voz de Dios: Constantino Romero. Ese hombre me encanta. Ella es Inka Martí).
Uno de los momentos más recordados fue el desfile de los países, especialmente cuando salió España. El príncipe como abanderado, la infanta llorando… Por cierto, los uniformes tenían algo mejor de gusto que los de ahora. Lo cierto que este momento fue mágico, todo el mundo se quedó sin palabras:
Y, por supuesto, el encendido de la antorcha olímpica, con arquero incluido. Todavía emociona ver esa imágen:
Tras la ceremonia llegaron 15 días inolvidables. La 2 tuvo un programa que duraba todo el día y donde pudimos ver deportes hasta entonces desconocidos para el gran público como el tiro con arco, tiro con pistola, lucha grecorromana y otros ya más conocidos como la gimnasia, natación, atletismo… El medallero fue inmejorable con 22 medallas, 13 de ellas de oro. Así, me vienen a la cabeza el oro de Fermín Cacho, la plata de Carolina Pascual en Gimnasia Rítmica (sin duda, mi deporte), el oro en natación de López Zubero… Tantos oros llegaban, que cuando era la plata o el bronce el metal, nos parecía raro. Y muy dramática fue la plata de waterpolo frente a los italianos.
Fueron 15 días de gloria donde nos quitamos todos los complejos y donde demostramos estar a la altura en todos los sentidos. 20 años después tenemos los juegos de Londres y deportivamente en estos años estamos en lo más alto. Lamentablemente, si echamos la vista atrás, en otros aspectos cualquier tiempo pasado nos parece mejor.
Inolvidable fue el gol de Kiko que nos dió el oro olímpico con gente como Luis Enrique o Guardiola:
Y para acabar parte de la ceremonia de clausura de los que, sin duda, fueron los mejores juegos olímpicos de la historia:
Tras la muerte de José Luis Uribarri, se nos va la voz de Eurovisión. Siempre nos quedará en la memoria sus pronósticos sobre las votaciones, que casi ya son más famosas que el propio festival. Siempre acertaba, eso es verdad. D.E.P.
A partir de hoy, contaré en esta sección el libro que empecé a leer y así os daré mis primeras impresiones. Después del tostonazo de las sombras de Grey, necesitaba algo entretenido y con gancho y, a dios gracias, lo encontré. Se trata de B de Bella que al verlo en la Casa del Libro allá por la Semana Santa, decidí leerlo. Llevo ya 50 y pico páginas y tengo que decir que no me está decepcionando en absoluto. Se trata de una chica llamada Bella que vive en Nueva York rodeada de gente muy diferente a ella....
Es la primera vez que hago una no reseña, es decir, hablar
de un libro que no acabé; pero como leí más de la mitad, considero que poseo la
suficiente información como para poder opinar sobre él. Y sí, si no lo acabé ya
supondréis que mucho no me debió gustar. Y no supondréis mal porque la realidad
fue que no me estaba gustando absolutamente nada y su lectura se estaba
convirtiendo en una tortura más que otra cosa.
Este libro está siendo la sensación del momento, fama que
viene acompañada de una potente campaña de marketing alimentada por el enorme
éxito de la ya trilogía en los países anglosajones. Por si encima fuera poco,
la polémica está presente en la trama, lo que incita como poco a leerlo por
este motivo. De él se ha dicho de todo: que si es porno para mamás, que si es
machista, que si hay maltrato a la mujer…
Antes de nada decir que si aborrezco este libro como nunca
lo hice con ninguno de los que llevo leído a lo largo de mi vida no se debe a
que no esté de acuerdo con lo que nos quiere trasmitir. Ojala fuera eso, ya que
hubiera sido señal de que al menos lo hubiera podido terminar debido a que se
hubiera dejado leer. Pero no fue así, ya que como ya os explicaré la historia
me estaba dejando completamente indiferente hasta llegar a extremos de que me
estaba dando igual lo que estaba leyendo. Es más: estaba sufriendo de una
ansiedad totalmente inapropiada para una lectura. Y si una de las actividades
más placenteras que pueda haber como es la lectura se convierte en una tortura,
mejor dejarla aparcada, que para situaciones estresantes ya tenemos otras cosas
en la vida.
Ni que decir tiene que se trata de una novela erótica,
género que en mi vida leí al no estar asequible en librerías y bibliotecas. No
es un género que me llame la atención especialmente, ya que considero que lo
erótico (o subido de tono) es mejor que venga acompañado de imágenes. Aún así,
me gusta leer algo subidito de tono en las novelas, sobre todo, si viene
acompañado de amor o romanticismo. Pero sólo sexo, no, porque aburre. Por eso las pelis porno no me
van, ya que al final parece que estás viendo una clase de educación física más
que otra cosa. Así que una novela que se base en el sexo, me puede parecer como
poco en una clase de ciencias naturales.
ARGUMENTO:
No hace falta hablar mucho del argumento, ya que es de sobra
conocido: Anastasia es una joven estudiante de periodismo que, casualmente,
entrevista al empresario multimillonario Christian Grey. Rápidamente surge la
atracción, pero él le deja claro que sólo quiere sexo y por ello le hace firmar
un contrato donde él es el amo y ella la sumisa… ¿pero esto qué es?
MOTIVOS PARA ODIAR ESTE LIBRO:
Para mí, los grandes errores de este libro y que me hicieron
cerrarlo cuando llevaba 300 y pico páginas leídas (¡qué horror!) son los
siguientes:
SITUACION
IRREAL: Para que una historia te guste, al menos te tienes que sentir
identificado con la trama. Con identificar quiero decir que lo que estés
leyendo te tiene que parecer creíble. Por este motivo, quizá, no me guste
la literatura fantástica, pero eso es otro tema. Aquí nos encontramos (o
al menos lo que yo interpreto) con un perturbado mental, extraño, salido y
con algún secreto en su pasado haciendo extrañas proposiciones a una
inocente jovencita sin experiencia amorosa ninguna (con la que, todo sea
dicho, me sentí algo identificada, ya que a su edad me pasaba lo mismo). La
relación que se establece entre ambos es cuanto menos estrambótica. Fijaos
que una pobre veinteañera recibe un contrato de no sé cuántas páginas
donde las cláusulas dicen que ella es la sumisa y él el amo. No digo que
esto no pueda ocurrir en la realidad, ya que muchas veces ésta supera a la
ficción, pero según lo estaba leyendo mi perplejidad era absoluta. Me
gusta la originalidad, pero esto no se puede decir que sea original: esto
es ABSURDO. Y leer algo absurdo, sin sentido y sin pies ni cabeza me
parece una perdida de tiempo. Y si encima te está produciendo bostezo,
mejor no seguir, que en los tiempos que corren basta dar un clic y ya nos
podemos divertir.
MALA
LITERATURA: Creo que es el principal motivo de que el libro no funcione.
Porque si la historia es rocambolesca pero, al menos, está bien escrita la
fórmula sale. Y aquí nos encontramos con una calidad no mala, sino lo
siguiente. La novela está escrita en primera persona, lo que hace que te
puedas identificar mejor con la protagonista. Pero claro, la escritora
(por llamarla de alguna manera) utiliza un recurso fácil para tapar sus
carencias: mete mucho diálogo. Vamos, que se lo come crudo, porque así
escribe un libro cualquiera: tengo la idea y hago una especie de obra de
teatro con alguna aclaración. Así es como yo empecé a escribir una vez una
historia cuando hacía el B.U.P., pero la dejé (quién esté libre de pecado
que tire la primera piedra). Aún con esta trampa, la historia no cuaja,
sino que aburre. Entonces recordé los libros de una escritora nueva, pero
ya imprescindible en nuestras librerías: Kate Morton. Esa prosa delicada,
lenta, bien escrita, con perfectas descripciones que hace que sientas los
lugares como tuyos. Eso si que es placer en la lectura. Pero aquí el
placer luce por su ausencia. Os aseguro y vuelvo a repetir, que en mi vida
me aburrí tanto con una historia. Muchas veces la trama no sabía ni por
donde seguía y de repente me encuentro con que el protagonista tuvo un
rollo adolescente con una madurita, al más puro estilo El Graduado
(película que igual los más jóvenes no conocéis, pero que se trata de eso:
de un yogurín que se ve seducido por una adulta). Anastasia la llama Mrs.
Robinson y claro, no sé si será por error del traductor o qué, pero no
aclara en ningún momento que ese era el nombre de la adulta de la
película. Tampoco dice nada la escritora, ya que da por hecho que tenemos
que saber que Mrs. Robinson era el nombre de ese personaje, pero yo digo
que a hay lectores que desconocen esta película y este nombre les puede
desconcertar. Estoy de acuerdo con que la peli es muy mítica (yo no la
aguanté ni 5 minutos, pero bueno) pero creo que fue un error esta no
aclaración. La canción de la película es muy mítica: Se llama precisamente
Mrs. Robinson y es de Simon & Garfunkel y ahora la estoy escuchando.
Debe ser lo mejor de la película.
Otro capítulo aparte sería el del contrato. Por si fuera
poco los diálogos a los que hacía referencia, me encuentro con un capítulo
dedicado a un contrato que tiene que firmar la inocente Anastasia. Resulta que
cuando tengo uno de estos contratos de marras, me aburro soberanamente con
tanta cláusula y tanto contratista y contratado y aquí me encuentro con uno de
esos… Como os dije antes, el se autodenomina el amo y a ella la denomina la
sumisa. Y cada uno tiene una serie de obligaciones y deberes. Después de leer
semejante tostón hablando de azotes, enfermedades o anticonceptivos, me
encuentro con un APENDICE. Es decir, que si no quieres una taza, taza y media.
Os aseguro que al acabar me di cuenta que no me había enterado de casi nada,
pero vamos, que tampoco lo sentí en exceso.
Por no hablar de los e-mails que se mandan los 2 amantes (prefiero
ese, digamos, eufemismo) al más puro estilo El diario de Brigitte Jones (otro
sopor donde los haya). Personalmente no me gusta este tipo de recursos en los
libros, con tanto mensaje corto y tonto, que no hacen si no marear al lector.
De repente, parece que ella le manda uno en broma que el se toma en serio, pero
que yo no capté la broma por ninguna parte.
Y bueno, el erotismo presente en el libro llega un momento
que se convierte más bien en una tabla de gimnasia de esas que leemos en las
revistas femeninas, pero claro, que al venir acompañado por fotos o gráficos,
la lectura se hace más llevadera. Así que, no veáis la tortura que supone tanta
postura y tanto látigo. Porque no es más que eso, no vayáis a pensar.
EL LIBRO Y YO:
Decidí leer este libro atraída por las reseñas que leí y
porque es el libro de moda (algo que siempre me suele atraer en mis lecturas).
Al empezar a leerlo me estaba gustando, pero duro poco. Enseguida me encontré
con un bodrio sin sentido y con una historia vacía en argumento con pasajes soporíferos
donde lo único que hacía era perder el tiempo (a veces para leer 2 páginas me
tiraba como media hora sin exagerar).
No se puede decir que los personajes no estén bien
descritos, eso quizá sea lo mejor del libro. Por un lado está Anastasia, la
protagonista, una joven estudiante inexperta totalmente con los hombres. Por
eso choca de quien se enamora perdidamente, ya que Christian Grey es el
contrapunto: él parece que no se enamora y que sólo le interesa el sexo. Por
eso hasta le hace firmar un extraño contrato que me dejó perpleja (y algo más)
cuando lo leí. Es un personaje extraño y misterioso, pero que tampoco hizo que
me sintiera atraída en exceso por él ni intrigada acerca de su pasado (que
parece que oculta algo).
Por otro lado están los personajes secundarios, que tampoco
son muchos. Tenemos a Kate, la compañera de piso de Anastasia, totalmente
contraria a ella: muy abierta de mente y muy atrevida. También hace de protectora
de ella y nunca ve con buenos ojos la relación que Anastasia se trae con el
multimillonarioGrey.
Por lo demás, no hace falta decir más veces lo que siento
por el libro. Cuando llevaría como 100 páginas, estuve tentada en dejar su
lectura, pero me fastidia dejar un libro tan avanzado, ya que siento que perdí
el tiempo con él. Por ese momento decidí seguir y así también le daba una
oportunidad. Pensaba que aquello podía mejorar, pero fueron pasando las páginas
y se estaba convirtiendo en un suplicio. Llegó un momento que tenía
hasta miedo de desaficionarme de la lectura, ya que los hábitos hay que
fomentarlos con algo que te entretenga y te resulte atractivo. Además, hoy en
día para leer hay que hacer un hueco, ya que no es una afición fácil. Así las
cosas, ayer después de 320 páginas y cuando veía que sólo me que quedaban como
200 para acabar, decidí cerrar el libro. No pude más, ya que notaba que me
estaba produciendo una ansiedad inapropiada en un libro. Es una historia que me
estaba dando igual, que veía que no iba a ninguna parte y con la que no estaba
empatizando en ningún momento. Sentí una especie de liberación y ni decir tiene
que estos libros para mí acabaron y que, por supuesto, no sigo con la trilogía
ni borracha.
CONCLUSION:
Con esta reseña no pretendo dejar de recomendarlo, es
simplemente mi humilde opinión. Dejo en manos de cada uno la decisión de leerlo
o no. Yo digo simplemente lo que sentí por este libro y los motivos que me
llevaron a su abandono. Lo siento por los días que perdí y en los que podía
haber leído otra cosa, pero la vida es así. Lo pedí a la biblioteca de mi barrio,
la cual no voy a nombrar ya que no me parece justo decir de donde viene un
libro que no me gustó en absoluto y que me parece que va en contra del buen
gusto.
Os dejo la canción a la que hacía referencia: Mrs. Robinson. Al menos que esta no reseña sirva para, al menos, hablar de buena música. Es una de mis canciones preferidas y sale en la Banda Sonora de Forrest Gump. Espero que os guste.
SINOPSIS DE LA EDITORIAL:El helicóptero del hombre más rico de Argentina se estrella durante una tormenta. Aunque todo apunta hacia un accidente, la policía recibe pruebas de que es un asesinato. Lo extraño es que las pruebas las envía el recluso Ernest Wilson desde una prisión federal aislada por la nieve. Asegura que alguien va a cometer un crimen perfecto para robarle la gloria, y ofrece su colaboración. Sólo una condición: entrevistarse con la juez que lo detuvo, Lola MacHor. Pero ella rehúsa. Pronto descubrirá que el asesino par la está retando. Pero ¿qué es un «asesino par»?. Impecable combinación de intriga, sentimientos e investigación, con un final asombroso y una buena dosis de humor, esta adictiva novela psicológica atrapa desde la primera página con su magnetismo y su fuerza narrativa.
A Reyes Calderón la conocí en la revista femenina Mujer de
Hoy. Hablaba de su día a día, que era muy intenso, ya que a su faceta de
escritora había que añadir la de profesora de universidad y madre de nada menos
que 9 hijos. A partir de entonces, me interesé por su obra y es ahora cuando me
estrené con ella.
La venganza del asesino par sigue teniendo como
protagonistas a la jueza Lola Machor, el Doctor Wilson o el inspector Irruti.
De todas formas, aunque no se hayan leído los anteriores libros como El últimopaciente del Doctor Wilson o Las lágrimas de Hemingway, se puede seguir la
historia igual. Supongo que siempre gusta más conocer a los personajes a través
de las otras novelas, pero en ningún momento supone ninguna traba conocerlos
solamente en ésta.
En esta historia, Lola Machor acaba de ascender en su
trabajo. Sin embargo, esa mejora en su vida viene acompañada conel
inexplicable abandono de su marido (ese día vuela a Estados Unidos casi sin dar
explicación). Lola está hundida y encima empieza a recibir unas extrañas cartas
de un tal Rodrigo contándole una serie de asesinatos que van a ocurrir en
diferentes partes del mundo cuyas víctimas aparentemente no tienen nada en
común. La próxima victima parece que va a ser ella y le avisa de que el asesino
es par… ¿pero eso que significa?
Nos encontramos ante una novela negra bastante
atípica. En primer lugar por estar narrada a 4 voces, siendo la primera de
ellas Lola Machor. Tengo que reconocer, que aunque con las 3 la narración no se
puede decir que decaiga, sí se echa mucho de menos a Lola. Es como si la tierra
se la tragara y quieras que aparezca por algún sitio. Sí aparece, pero de
manera secundaria y eso no es suficiente. Se la echa muchísimo de menos y en mi
opinión tenía que ser ella todo el tiempo quien siguiera con la historia. Es un
personaje con mucha fuerza y además le da un toque femenino a la novela, que
luego se pierde.
En segundo lugar, es muy diferente la forma en que se
plantean los hechos respecto a otras novelas. Normalmente el escritor (o
escritora) va dejando pistas, muchas veces falsas, para que el lector saque sus
conclusiones. Aquí vamos sabiendo la trama poco a poco y no se puede jugar casi
a detectives. En este sentido, se puede valorar la originalidad del planteamiento,
ya que muchas veces las novelas negras pueden resultar algo repetitivas y poco
sorprendentes.
La novela negra es un género que toco de vez en cuando, sólo
sea porque sigo las novelas de Camilla Läckberg, de la que estoy esperando la sexta entrega. No digo que sea mi género preferido, pero lo considero uno de
los imprescindibles en mis lecturas. Este deLa venganza del asesino parme
llamaba la atención por su argumento y el hecho de ser español. Tengo que decir
que no me defraudó su lectura y que lo recomiendo.
Hacía mucho que no tocaba la sección musical Recordando a…
donde saco del baúl de los recuerdos aquellos cantantes que marcaron una época
(aunque fuera pequeña). Y, para hoy, aprovechando el veranín (aunque por el
norte lo del verano no se note mucho) voy a hablar de un grupo que era algo
veraniego, aunque sus canciones nada tenían que ver con Georgie Dann. Me
refiero a los Hombres G, y quizá debido a que su público era sobre todo
juvenil, siempre sacaban disco al llegar el verano. No fallaban: en invierno casi
ni se les escuchaba y al llegar Mayo, aparecían con un disco en la mano.
Sacaron 5 discos seguidos, luego dieron un pequeño parón y tras varios años
ausentes volvieron con fuerza otra vez.
Eso de llamarse los Hombres G nos desconcertaba un poco ¿G de guapos? ¿G de Gilipollas? (como les dedicó cierto grupo de los 80). Nada que ver. Su nombre se debía a la película Contra el imperio del crimen cuyo título original era G-Men(Hombres G en español). Eran David, Rafa, Javi y Dani y a mediados de los 80 se convirtieron en ídolos de jovencitas. Salían en el Súper-Pop y rara era la chica que no tenía un póster en su habitación de este grupo. Sus canciones eran pegadizas con letras que casi parecían guiones cinematográficos en si mismas. Criticados o alabados, queridos y odiados a partes iguales, nadie puede negar, sin embargo, que su música marcó una época.
Recuerdo que la primera vez que supe de ellos, no fue ni en la radio ni en la tele ni en una cinta de esas de la época. Mi estreno con los Hombres G fue a través del boca a boca. Me hablaban de una canción que hablaba de Venezia y de la mortadela y de un jersey a rayas. Esta es:
Luego, en casa de no me acuerdo quién, escuché una que hablaba de unos polvos pica-pica (otra cosa no, pero originales eran un rato ¿verdad?).
Estas 2 canciones pertenecen al primer disco titulado como el grupo: Hombres G. Fue publicado un 11 de marzo de 1985 (mejor no hablar de lo que supondría un 11 de marzo muchos años después) y hay otras canciones como Dejad que las niñas se acerquen a mí o Sin ti, donde todo el mundo escucha al principio el Asturias, patria querida, menos yo. Os dejo el audio y que alguien me diga cuándo suena:
La portada pertenece a la película El profesor
chiflado:
Al año siguiente sacaron su segundo disco con el escatológico
nombre de La cagaste... Burt Lancaster (que hasta creo que les trajo algún
problemilla con el actor):
El primer single fue una canción que todo el mundo recuerda:
Marta tiene un marcapasos, que no parabamos de cantar en un campamento al que fui:
Había una canción dedicada a las fans, a las que
nos calificaban de “chicas cocodrilo” :
La verdad, que eran canciones muy originales y graciosas, ¿qué me decís de Indiana, que va de un novio celoso que no aguanta que su chica esté todo el día con Indiana Jones?:
En 1987 llegó el tercer disco. Ya veis, en 3 años 3 discos
que se vendían como churros y que, como siempre, apareció en verano. Yo creo
que fue el que más se vendió, ya que casi todo el mundo tenía el original. En
la portada aparecía un cerdo:
El año 1987 fue mítico para mí en cuanto a música se refiere. Entre otras canciones, también sonaban las del disco del cerdo que se llamaba Estamos locos… ¿o qué?
Había una canción que hablaba de una bomba fétida:
Otra que hablaba de una de las series míticas de la época, Falcon Crest (de la que no vi casi nada. No sé, esta serie no me llamaba en absoluto). Se llamaba No, no, no (nada que ver con la canción de Amy Winehouse):
Pero también había canciones lentas y de esas tristonas como Temblando (que versionó Alex Ubago en el disco homenaje):
En 1988, como no podía ser menos, en cuanto se acercó el verano sacaron otro disco. Esta vez con consejo farmacéutico: Agitar antes de usar. Dicen que fue su disco más flojo, pero hace poco versionaron con Ana Torroja la canción “Si yo no te tengo a ti”:
Poca gente se acuerda ya, pero los Hombres G hicieron 2 pelis. Tuvieron bastante éxito, pero es el día de hoy y ni si quiera fueron rescatadas en programas como Cine de barrio. La primera se llamaba Sufre Mamón y el argumento tiene mucho que ver con la famosa canción de los polvos pica-pica. La siguiente fue Suéltate el pelo y es completamente distinta: chantajes, intrigas y hastaDavid Summersen la cárcel… Las dirigió el padre de David, Manuel Summers, que hace varios años nos dejó.
Después de Agitar antes de usar, vino Voy a pasármelo bien (1989). Uno de los singles se llamó igual y es la canción que más se recuerda del LP:
Al año siguiente parece ser que sacaron otro disco. No tuvo tanto éxito y yo ni si quiera me molesté en escucharlo. Había como gran recelo hacia este grupo y estaba hasta mal visto decir que te gustaban. Se separaron en 1993 y alguno que otro decidió hacer carrera en solitario, sin mucho éxito. Volvieron hace cosa de 9 años y tuvieron un éxito rotundo. Siempre se los tomaba como un grupo pasajero, pero es el día de hoy y ya son míticos:
De sus nuevas canciones me gusta esta:
A El canto del loco se los considera sus sucesores naturales y hasta hicieron una gira juntos:
Se me olvidaba hablar de sus componentes, que siempre fueron los mismos y nunca pertenecieron a otros grupos:
David Summers: Cantante y bajo del grupo. Grabó algún disco en solitario, pero no tuvo demasiado éxito. Se casó con Marta Madruga, que salía en Sufre, mamón. Tienen una pareja de mellizos.
Rafa Gutiérrez: Guitarrista del grupo y hermano de
unos los componentes de Tequila. Junto con David, era el que más admiradoras
tenía, pero yo como siempre fui más de lo cantantes, era de David.
Daniel Mezquita: Guitarria y teclados,también trabajó como productor.
Javier Molina: Batería, actualmente empresario hostelero.
Reconozco que su música hace tiempo que no la escucho. Quizá hasta sería incapaz de escuchar un disco entero de ellos, pero reconozco que sus canciones siempre estarán en mis primeros recuerdos de juventud. Llegué a tener 5 LPs en esas cintas de antaño que se estropeaban de tanto escucharlas. Alguno lo llegué a comprar y otros me los pasaron las amigas. Alguna vez que salgo por la noche, hasta ponen alguna canción suya. Hace unos años, la presentadora Ana Milán fue sorprendida en Password con la presencia de David Summers en plató. El vídeo tiene mucha gracia:
Y para despedirme, os dejo el vídeo de una canción muy de Hombres G que habla de una fan muy petarda nterpretada por Patricia Conde:
El blog Libros que voy leyendo sortea un libro que tiene muy buena pinta y tengo ganas de leer: Nunca volveremos a ser las mismas. Téneis hasta el 22 de Julio para apuntaros y habrá 3 ganadores que saldrán elegidos mediante el sorteo de la ONCE. Las baesAQUI
SINOPSIS DE LA EDITORIAL: Los lazos entre hermanas son tan fuertes que lo que les sucede puede correr el riesgo de repetirse generación tras generación.¿Qué hacer si lo que les pasa a tus hijas te recuerda a tu propia historia y a la de tu hermana?¿Y si esa historia está rodeada de misterio, muerte y un amor imposible?Adéla y Klára tendrán que enfrentarse a su pasado para poder sobrevivir. En esta novela ambientada en Praga y Australia tras la Primera Guerra Mundial, Belinda Alexandra nos cautiva no solo con una perfecta ambientación histórica sino con la emoción y el misterio que nace de una de las ataduras más fuertes del ser humano: los lazos de sangre…
Esta es la segunda lectura conjunta a la que me apunto en lo
que va de año. Sinceramente, son las primeras a las que me apunto en mi vida,
ya que sólo llevo un año con este blog en lo que se refiere a su faceta
literaria. Parece que este tipo de lecturas está de moda y como todo, tiene sus
pros y sus contras. Lo positivo, sin duda, es la obligación a leer que te
proponen con estas iniciativas (así, no nos dormimos en los laureles con los
libros, ya que en los tiempos que corren, cuesta ponerse a leer). Lo malo es la
repetición continua de reseñas con estos libros, que hace que todos los blogs
sean iguales. El libro se dará dado a conocer, no digo que no, pero llega en un
momento que el campo ya está demasiado saturado en ese sentido.
A esta me apunté casi de casualidad, impulsada por el blog
Libros que voy leyendo. Lo reservé en una biblioteca de mi ciudad y enseguida
lo tuve en casa. Se me junto con En el país de la nube blanca, libro que está
arrasando en las bitácoras, pero que tuve que abandonar a las pocas páginas. Me
parecía que estaba muy mal escrito y que era muy lento. Y, encima, con el
compromiso de este libro, hizo que me decantara por él. No me arrepiento, y aunque
al principio no me gustaba en exceso, enseguida me metí en él. No le pongo un
10, pero tengo que admitir que me ha gustado en conjunto. Esta va a ser la
última reseña y por lo que veo no voy a aportar nada nuevo una vez leídas las
primeras opiniones. Después de todo, no somos tan diferentes y, aunque sobre gustos colores, parece que todos
coincidimos más o menos en lo mismo respecto al libro. Aún así, trataré de
aportar mi granito de arena.
BELINDA ALEXANDRA, LA AUTORA:
Escritora australiana, país que últimamente está dando a
muchas autoras, Secreto de hermanas es su tercera novela trasLa lavanda
silvestre que iluminó Paris y La gardenia blanca de Shangai. Parece que todas
sus obras giran en torno a mujeres y se basan en diferentes países y en épocas
pasadas. Me gustaría leer más de ella, pero con tanta lectura pendiente, no sé
si le podré hacer un hueco.
ARGUMENTO:
Ádela y Klára son 2 hermanas que viven en la Praga de los años 20. Ambas
son lo que se dice chicas bien: viven en una lujosa mansión rodeadas de lujo y
de criados. Su madre enviudó tras la Primera
Guerra Mundial y para no dejar el vacío de la figura paterna
a sus hijas, contrae matrimonio con Milos; un hombre frío y calculador, que claramente se casa por
ella movido más por el interés económico que por otra cosa. Un día la madre de
Ádela y Klára muere en extrañas circunstancias y viendo cómo está el testamento
y que éste le puede perjudicar a Milos, las hermanas temen por su vida.
Por este motivo, Ádela y Klára deciden poner rumbo al quinto
continente: Australia donde vive su tío, un solterón aventurero que se acaba de
casar con una mujer India y que ha empezado su vida en el lejano continente. Ahí
desarrollarán sus facetas artísticas que ya practicaban en su tierra natal:
mientras Klára es una excelente pianista, Ádela se decanta por la fotografía,
lo que le llevará a ser una reconocida directora de cine.
Y por supuesto, en Australia conocerán el amor que en el
caso de Ádela será muy complicado, con un amor imposible que marcará su vida.
OPINION PERSONAL:
Si tengo que opinar de este libro, lo primero que diré es lo
siguiente: este libro tiene una trampa. Y la trampa está relacionada con su
título, que para mi gusto se debe a un fallo en la traducción. En inglés se titula Silver
Wattle, que parece ser que sería algo así como “barba de plata”. Reconozco que
no es un título muy apto en castellano, pero el hecho de poner Secreto de
hermanas, a uno le puede llevar a la confusión. Secreto implica intriga y misterio;
palabra que se utiliza en infinidad de novelas, pero que aquí sobra
descaradamente. No he visto la intriga por ningún lado y los supuestos
secretos, creo que flojean. Para mí esta novela es la historia de dos hermanas
que se quieren y protegen y que tienen que luchar por salvar sus vidas de su padrastro.
Y, bueno, la historia de la madre y su hermana Emily no cuela. Es una trama
floja y sin interés que a mí, por lo menos, me daba igual y no vi ningún
secreto del pasado por ninguna parte.
Como os decía la historia no me gustaba al principio. Quizá
se debía a que no me encontraba demasiado bien de salud (por la maldita
alergia) y venía de dejar las páginas soporíferas de En el país de la nube
blanca, que casualmente también es una historia de mujeres con Australia de
telón de fondo (aunque, en En el país de la nube blanca, el país es Nueva
Zelanda). De todas formas, enseguida le cogí el tranquillo y me enganchó.
La historia comienza en Praga, donde se desarrollan los
hechos que llevan a las protagonistas a dejarlo todo por Australia. Quizá está parte
esté demasiado acelerada dando la sensación que ocurre todo tan rápido que no
te da ni tiempo para asimilarlo.
También el viaje a Australia (supongo que tardarían meses)
no está casi explicado, pero esto lo achaco a que la escritora no quiso estenderse
en esta parte y prefirió ir al grano y empezar con la nueva vida en lejano
continente.
Ambos lugares están perfectamente descritos, pero
lógicamente es en Australia donde la escritora más se detiene es las descripciones.
De Praga conoceremos su deliciosa repostería y su gran vida cultural, pero del
que llamaban quinto continente (que para mi gusto lo tenían que llamar Oceanía,
ya que Australia es más bien un país) las descripciones serán mucho más
detalladas tanto en su naturaleza como en uno de los pilares de su cultura: el
cine. Tengo que reconocer que no soy cinéfila en absoluto, pero me gustó mucho
conocer cómo se desarrollaba el séptimo arte en la Australia de los años 20
(algo que desconocía totalmente, ya que de esa época todo lo que conozco es más
bien de Europa y América, ignorando tal si quiera que hubiera algo de vida en
ese continente tan alejado del resto del mundo). Me encantaron esos cines donde
la gente iba a ver películas sin sonido y cómo las salas que se lo podían
permitir contrataban pianistas que ponían la música que se adecuaba a la trama
de la película. Quizá se deba a que los cines dan un toque entrañable a las
historias, algo que ocurre con películas como Cinema Paradiso o tantas otras
ambientadas en guerras, donde el cine muchas veces tiene un papel protagonista.
Que yo recuerde, salvo un libro no muy conocido de la escritora de Tomates
verdes fritos, no leí nada con un cine como telón de fondo.
En cuanto a la forma de escribir de la autora, para mi gusto
es lo mejor del libro. Me ha parecido un acierto que fuera narrado en primera
persona, lo que ha hecho que me haya sentido más identificada con la historia
si cabe. Aunque, lo cierto, que tampoco ha sido una historia con la que me haya
identificado en exceso. Ni si quiera con el punto fuerte de la trama (la
supuesta persecución de Milos hasta la otra parte del mundo) me ha hecho sentir
y vibrar. En ese sentido, creo que la historia se convierte en una sucesión de páginas
donde no fui más que una mera lectora motivada más por el hecho de acabar el
libro que de qué va a pasar aquí. De todas formas, como decía, está todo
escrito de una manera entretenida, fina y con una prosa cuidada. Se nota que es
una escritora documentada con conocimientos tanto de música como de cine o de zoología.
En lo referente a la música, al haberme quedado con la pena de no seguir con los
cursos de solfeo, me encantaba leer todo lo relacionado con ese tema. Me
encantan las partituras y todos los secretos del lenguaje musical.
Respecto a los personajes, los que más me gustaron son las hermanas protagonistas: Adela y Klára. Esta última va cogiendo más protagonismo a media que trascurre la historia y no se queda en ser sólo la hermana pequeña de Adela. Los secundarios, son bastante abundantes, pero tengo que reconocer que algunos de ellos están algo desdibujados y muchas veces casi no sabía ni quiénes eran (reconozco que me lío bastante con nombres propios que no sean españoles). Pero si hay un personaje que destaque por encima de todos es un animal: un possum, un marsupial australiano totalmente desconocido por estos lares. Es difícil que un animal logré hacerse un hueco en un libro, ya que al no poseer dialogo y no tener imágenes como en el cine, se vuelve complicado que un personaje no humano sea imprescindible en la historia. Y, por supuesto, no tenía ni idea de la existencia de semejante animalito de la familia de los canguros, esos animales tan peculiares que tienen una bolsa para meterse a la cría en ella. Y mirad, que yo no soy nada de animales (pero nada de nada, lo siento) y este possum, que en realidad era hembra y se llamaba Ángeles, hizo que me enterneciera y hasta logré empatizar con él.
Un pero que le saco al libro son algunas tramas de la
historia. Para mi gusto sobran partes como la relacionada con la enfermedad de
Klára o con la mordedura de serpiente de uno de los amigos que hacen en Australia.
Me dio la sensación que o una de dos: o eran pegotes del libro para que tuviera
más páginas o que la escritora no supo desarrollarlas como merecían. Por no
hablar del supuesto secreto de la familia. Como ya os decía al principio, no está
ni bien planteado ni bien desarrollado. Tampoco está logrado el final,
demasiado previsible y sin emoción.
Otra parte que sobra bajo mi punto de vista es el rodaje de
la película con la naturaleza australiana de fondo. Daba la sensación que era
un añadido de la autora para daros a conocer su tierra.
CONCLUSIÓN:
Aunque se trata de una historia sin intriga y demasiado previsible,
es una historia bien narrada donde prima la forma sobre el fondo. Con historias
que sobran y que algunas de ellas ocurren demasiado deprisa (incluso tienes que
sacar conclusiones e intuir) el libro, a pesar de todo, engancha, aunque sea
sólo por su delicada prosa. Bien documentado y con unos escenarios que van de
la riqueza y la cultura a lo salvaje y con personajes de lo más variopinto
(incluso animales exóticos) hace que sea un libro que merece la pena leer,
teniendo en cuenta que tampoco va a ser la lectura de nuestras vidas. Al menos
de la mía, no lo va a ser.
P.D.: Ayer vi en la Casa del Libro este libro en la sección de novela histórica. Me parece excesivo y fuera de lugar. Yo lo metería en novela contemporánea sin más.
Lectura facilitada por la Biblioteca Pública del Polígono de Pumarín.