Título: Y entonces sucedió algo maravilloso
Autor: Sonia Laredo
Nº de Páginas: 392
Editorial: Destino
Año de publicación: 2013
ISBN: 9788423346516
Como sabéis, este libro está siendo
protagonista de un maratón propuesto por la Editorial Destino. Con
este título y ante tal expectación, uno puede pensar que está ante
la octava maravilla del mundo. Ya os digo, que nada más lejos de la
realidad: el libro se me ha hecho pesado por momentos y en alguna
ocasión estuve tentada en abandonar su lectura. Una vez terminado,
me alegro de no haberlo hecho, ya que al final me gustó la historia.
Aún así, creo que ésta deja mucho que desear y hay cosas que no me
gustaron como ya os contaré.
SONIA LAREDO, LA AUTORA:
Por primera vez en la historia de este
blog, me encuentro con la situación de que el autor no sé sabe
quién es, ya que Sonia Laredo es el seudónimo de una persona
relacionada con el mundo literario que no quiere que se sepa su
verdadera identidad. Al parecer es una mujer. Y yo pregunto ¿tenéis,
aunque sea un ligera sospecha, de quién puede ser? Se abren apuestas.
SINOPSIS:
Esta es la típica novela que si os
cuento el argumento, aunque sea por encima, prácticamente os la
estoy destripando, así que nada mejor que dejaros la sinopsis de la
editorial: Y entonces sucedió algo maravilloso nos
muestra la magia de los libros y de las segundas oportunidades en una
novela que enamora, una deliciosa novela que bebe de la magia del
cuento para recrear la historia de una mujer que, en un momento de
desesperación, da un giro a su vida. También hace de homenaje a los
libros -y a los libreros- como compañeros de un viaje vital que
asegura conocimiento, diversión, emociones y compañía. La pasión,
el amor, la amistad, la maternidad, los libros, el viaje, la magia...
Una novela optimista, que se lee de un tirón y con una sonrisa, con
un sentido del humor adorable y gran sensualidad. Un verdadero
placer. Sonia Laredo es el seudónimo de una mujer
(relacionada con el mundo literario) que prefiere mantener el
anonimato. «Y entonces, mientras estaba en mi casa y me sentía sola,
fracasada y desesperada, me dispuse a jugar a mi juego privado de los
libros, buscando consuelo. Me preparé para seguir el camino que los
libros me indicaran sin saber que me llevarían a encontrarme con un
reino mágico, un hombre misterioso, un viejo secreto y un tesoro
incalculable. Pero en aquellos momentos, yo no sabía nada de todo
eso. Lo único que podía hacer era esforzarme para no llorar.» En
este novela de narrativa
española, Brianda Gonzaga, una editora de éxito que ronda los
cuarenta, rompe de manera forzosa con su realidad cuando la despiden
sin demasiadas contemplaciones. Sumida en una espiral de desasosiego,
busca consuelo en quienes nunca le han fallado, los libros, y
siguiendo una suerte de pálpito, se embarca en un viaje que la
llevará a un lugar perdido entre las montañas que la cambiará para
siempre: el Concejo de Nuba. Y entonces sucedió algo
maravilloso. El anuncio de una vieja librería en traspaso en Sonia
Laredo a que buscar un tesoro, una tormenta, los brazos
de un enigmático amante y el fantasma de un niño desaparecido en el
pueblo unos años atrás arrastrarán a Brianda a una historia
apasionante en la que empezar a ser la protagonista de su propia
vida, sin renunciar a nada de lo que es importante: la amistad, el
amor, la alegría el conocimiento y sí…, también un poco de sexo.
IMPRESIONES:
Hay novelas que tienen un principio de
esos que ya te hacen no querer cerrar el libro y seguir continuando.
De hecho, las editoriales exigen muchas veces al escritor un
principio fuerte, con todos los ingredientes para que la historia
mantenga la intriga o el interés desde la primera línea. Hay
algunos principios antológicos como “En un lugar de La Mancha de
cuyo nombre no quiero acordarme” o ese otro que dice: “Muchos
años después frente al pelotón de fusilamiento, el coronel
Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde en la que su
abuelo le llevó a conocer el hielo”.
En Y entonces sucedió algo
maravilloso, el principio ha sido uno de los que más me gustaron
nunca:
Aún
recuerdo el día en que, siendo muy niña, aprendí a leer. Fue
un acontecimiento mágico. Todavía puedo revivir la emoción
temblorosa que experimenté cuando las letras empezaron a cobrar
significado delante de mis ojos. Un instante antes, tan sólo
parecían animalillos que se ocultaban bajo tierra y que nadie puede
ver, y al siguiente estaban vivías y eran capaces de darle sentido
al mundo, de ordenarlo.
¿No es muy emotivo? Lo cierto, que
aprendemos a leer tan pronto, que no llegamos a recordar cuando no
sabíamos descifrar lo que representaban las vocales y consonantes.
Ahora porque afortunadamente la totalidad de la población (me
refiero a la europea) sabe leer enseguida, pero imaginaos cuando
mucha gente adulta no sabía leer. ¿Qué sentirían al ver esos
signos raros que aparecían sobre un papel? Nos podemos hacer una
idea, cuando un español ve algo escrito en chino o en cualquier
alfabeto que no sea el nuestro (lo que Pumares llamaba “letras
universales”). No significa nada, sólo vemos dibujos extraños,
cuando lo que nos están dando mensajes de todo tipo: de amor, de
odio, de mandato... Infinitas ideas.
En mi caso, tengo un vago recuerdo de
cuando no sabía leer todavía: mi madre me compró un cuento de unos
gatos y en el que sólo pude ver los dibujos, ya que las letras que
había para mí eran como algo emborronado, que yo creo que mis ojos
ni le podían dar color. Quiero recordar que se ponía todo borroso y
desenfocado (y os aseguro que no tenía problemas en la vista
todavía, que eso vino después, aunque mi defecto es en la vista es de
lejos). No recuerdo no saber leer letreros de la calle o de la TV.
Todo quedó borrado de mi cabeza.
Pero no me quiero ir por los cerros de
Úbeda. El principio me hacia presagiar que estaba ante una
maravillosa novela con los libros como protagonistas; algo que hace
disfrutar una novela doblemente. Según fueron pasando las páginas,
me encontré con fantásticas reflexiones de esas que te hacen
pensar, pero llegó un momento que aquello me cansó hasta límites
insospechados.
La historia de Brianda es,
desgraciadamente, muy actual: una mujer adulta que es despedida de su
trabajo y tiene que empezar de nuevo. Por este motivo, deja su Madrid
natal por un pueblo tranquilo del norte de España donde nada sale
como tenía previsto. En este sentido, creo que la novela tiene giros
inesperados, pero que no me llegaron a convencer. Brianda vive una
historia de amor, que ocurre de una manera rápida y poco creíble.
Por otro lado, conoce al dueño de una librería que está apunto de
jubilarse y ella va a ser la encargada de continuar su actividad, no
si antes descubrir un tesoro que hay en la librería. Empieza a
trabajar ahí gratuitamente (no quiero ser quisquillosa, pero
trabajar sin contrato no está bien) a cambio de descubrir el tesoro.
Lo que parecía que iba a ser una historia de intriga con Brianda
buscando que encierra esa librería, se convierte en una sucesión de
hechos inesperados, donde el supuesto tesoro ocupa un segundo plano.
Opino que es una novela desconcertante.
Está escrita en primera persona, donde Brianda se dedica a
reflexionar sobre la vida, dando a la novela un tufillo a manual de
autoayuda, de esos que ya aburren al personal. Ya os decía, que al
principio me gustaba, pero a las pocas páginas aquello se me hacía
pesadisimo. Otra cosa que no me gustó, son las alusiones continuas a
la literatura de todos los tiempos. Muchas veces se trata de
personajes o escritores que no me sonaban de nada y que me quedaba
igual al leerlo.
En cuanto al meollo de la novela, ésta
se convierte en una historia de amor y de celos con trastornados
mentales de por medio. Sin olvidar, cierta desaparición misteriosa,
que la escritora se encarga de resolver en unas cuántas líneas y
que no convence a nadie. Si no leísteis el libro y lo pensáis
hacer, no leáis esto ya que contiene algún “spoiler”: resulta
que un niño cae en un pozo y misteriosamente no aparece nunca su
cadáver. Al final, resulta que el pequeño fue llevado por un
familiar a la vecina Portugal haciendo una vida normal. Y yo me
pregunto ¿siguió con la misma identidad? ¿No lo buscó la
Interpol? Eso, en otra época hubiera sido posible, pero hoy un día
que un menor que desaparece, pueda llevar una vida normal en el país
vecino, no se lo cree nadie. Vamos, que sonaba a lo de la misteriosa
desaparición de aquel niño pintor de Málaga que fue visto en
Portugal pintando en la calle. Nunca se llegó a comprobar que
aquello fuera verdad.
Ya acabaron los spoilers.
También hay cosas que me gustaron de
la novela, como el personaje de Brianda. Me he sentido muy
identificada con ella y es un personaje con el que he podido
empatizar. Al estar escrito en primera persona, la conocemos a fondo
y vemos su evolución. Sin embargo, los personajes secundarios se me
han quedado algo cortos y me han parecido demasiado fantásticos y
muy de cuento infantil. Ya os digo, que la historia flojea por
momentos y uno de sus fallos es el afán de convertir la novela en
una especie de cuento con moraleja incluida. O en un libro de
autoayuda con tanta divagación que no hace si no ralentizar la
lectura por momentos.
CONCLUSION:
Aunque me costó leer el libro, al
final me quedó buen sabor de boca. Yo creo que se lo debo a Brianda,
un personaje que me gustó y de esos que te marcan. Además, con una
situación real como la vida misma y que más de uno la sufrimos o
podemos sufrir, en mayor o menor medida. Por lo demás, considero que
esperaba otra cosa con esta novela. Eso de Y entonces sucedió algo
maravilloso prometía otro tipo de historia. No digo que haya que
caer en el romanticismos barato, pero con otra historia de amor menos
rocambolesca, el resultado hubiera sido mejor. Pasable.
A mi tambien hay cosas que no me parecen creíbles, como la historia de amor.
ResponderEliminarBesos
Rocambolesca?. Más bien poco creible, es como definiría esa historia de amor. el resto de la historia muy bien
ResponderEliminarYa nos lo dice el título que sucedió algo maravillo. Como en los cuentos, Nuba es un lugar mágico donde todo puede suceder.
ResponderEliminarQuizá con esta novela las expectativas estaban demasiado altas.
ResponderEliminarEn cualquier caso, después de leer varias reseñas no muy positivas, yo la dejo pasar.
Besitos
Pues coincidimos en varios aspectos, a mí también hay cosas que me han resultado muy fantasiosas, no he conseguido conectar con Brianda pero bueno, tiene otros puntos positivos que compensan
ResponderEliminarbesos
Personalmente creo que todo puede suceder ajaja, me gusta creer en los cuentos.. y el libro me encantó. bss
ResponderEliminarMe he quedado con ganas de ir a Nuba! jejejeje
ResponderEliminarBesotes