La conocí hace 10 años por estos mundos de internet. Supongo
que una de las 2 pondría su dirección de correo en algún foro o página web y la
otra la agregó al ya desaparecido Messenger. Enseguida conecté con ella y me di
cuenta que no iba a ser una de aquellas tantas amistades pasajeras que
aparecían por aquel servicio instantáneo de mensajería y que, después de unos
“Hola, de dónde eres”, al poco tiempo pasaban a engrosar una lista de contactos
sin sentido y sin recuerdos.
Mentiría si dijera que me acuerdo del primer momento en el
que hablamos. No sé por qué razón, pero tengo la asombrosa facultad (o defecto)
de olvidar el comienzo de algo; ya sea el de un contacto personal, el de un trabajo
o de lo que sea. Normalmente es así y el primer día se diluye en mi cerebro al
poco tiempo como si no hubiera existido; como si el recuerdo formara parte de
mi vida desde siempre.
Recuerdo que tenía una foto en la que aparecía con el pelo
cortado a media melena y una casi sonrisa. Aparecía despistada y no estaba posando,
pero esa foto era especial. Cada vez que sonaba aquel pitido que te avisaba de
que alguien se había conectado y veía esa foto, sentía que iba a estar con esa
mujer tan especial que se me metió en el corazón enseguida. Ya sabéis que al
igual que ocurre con las personas que encontramos “en la calle”, no conectamos
de la misma manera con nuestras relaciones virtuales. Y, muchas veces, ni
llegamos a saber que si nos llevaríamos igual de bien si nos conociésemos en
persona. Pero es mejor así, ya que se puede perder la magia.
Se conectaba pocas veces, desgraciadamente. Me contó que
tenía un PC del año “catapún”, de esos que le permitía conectarse con el
Messenger y poco más. Y, como todavía no había ni tabletas ni smartphones, nos
teníamos que conformar con hablar de vez en cuando por ahí. A veces una frase y
poco más. Y era una pena. De vez en cuando nos mandábamos algún e-mail que otro
para no perder el contacto.
Me hablaba de su hija y de su casi recién estrenado nieto,
que le volvía loca. También de sus ídolos de juventud a los que iba a ver al
Parque de Atracciones o a los que
esperaba a la salida de una determinada emisora de radio. Se convirtió en esa
hermana mayor que siempre quise tener;
ese referente con más experiencia que tú y que todos necesitamos para entender
mejor la vida.
Aunque no hablábamos con frecuencia, llegamos a tener mucha confianza.
Cuando veía que pasaba el tiempo y que no estaba ahí, la echaba enormemente de
menos. Mirad que hablaba yo con gente virtualmente en esa época, pero con
aquella mujer era distinto. Muchas veces encendía el PC para ver si se estaba,
pero casi nunca la veía. Pasaba el tiempo y el día menos pensado aparecía su
foto con aquel sonido que anunciaba nueva compañía. En ese momento sentía
enorme felicidad.
Me contó que había estado varios meses hospitalizada porque
algo en su cuerpo no funcionaba bien. Se cansaba enseguida y tenía que
cuidarse. Por eso pasaba tanto sin saber nada de ella.
El Messenger comenzó a desgastarse y todo el mundo se pasó
al Facebook. Ella era reacia al principio a esa red social que revolución
internet, pero al final accedió. Me agregó y alguna vez hablamos en privado. La última vez le conté lo que
estaba pasando en mi vida…. La conversación sigue ahí y lo que pasó en mi vida
fue a peor….
Aunque Facebook nos mantenía unidas, sólo sabía de ella
cuando cumplía años. Siempre Facebook me
lo recodaba esa mañana de ese día de Julio tan festivo que debería ser Fiesta
Nacional y todo. Este año, unos días antes me di cuenta que era una amistad a
que la que me tuve que acostumbrar a su ausencia, ya que hacía mucho tiempo que
no manteníamos ningún contacto de nada. La última vez era un “me gusta” a mi felicitación
del año pasado. No quise ni mirar si seguía
teniéndola de amiga por miedo a que me hubiera eliminado (no quería pasar por
esa humillación que produce que alguien no quiera seguir siendo tu amiga en
Facebook. Y menos si esa persona es especial para ti).
Llegué a pensar que ese año iba a pasar su felicitación por
alto, pero cuando llegó el día y Facebook me lo recordó al levantarme, no tuve
valor. Preferí ir a su muro, en lugar de dejar un impersonal felicidades en ese
cuadro que Facebook te reedirecciona directamente al muro del “cumpleañero”.
Supongo que le diría Felicidades, ya no lo recuerdo. Sólo
recuerdo que me sorprendió no ver ni una felicitación en su muro a esas horas
de la mañana. Así que fui bajando y lo vi… Vi esa foto en blanco y negro en la
que aparecía ella cuando era un bebé de apenas 2 años con ese familiar que la estaba
recordando… Contaba que se había ido hacía unos meses…
No me podía creer lo que estaba leyendo… Sabía que no andaba
bien de salud, pero no para que se hubiera ido tan pronto. Durante todo el día
estuve evocando como fue nuestra amistad. Esa amistad breve pero llena de
confianza y complicidad.
Dejé un comentario en ese post diciendo que no sabía que ya
no estaba y que lo sentía. La hija me contestó a las pocas horas dándome las
gracias por recordarla con cariño. Quité mi mensaje de felicitación pero hubo
una persona que dejó el suyo lleno de emoticonos de fiesta… Emoticonos que
nunca volverá a ver…
Por cosas de la vida, esa noche Facebook me recordó que
hacía 3 años puse un post pidiendo ayuda porque se había colgado la tableta y
ella se había interesado (ya ni recordaba aquello). Para más casualidad, en ese
momento se me había colgado la tableta 3 años después. Se me quedó con una foto
de un cantante que lucía melena en los 80 y que se cortó unos años más tarde…
Y ella sigue allí de amiga mía de Facebook con esa foto de
bebé junto con su padre que tanto echaba de menos. Ahora estará con él allá
arriba. M.P.S., gracias por los buenos momentos que pasamos juntas. Tuve que
aprender a vivir con tu ausencia y ahora sé que va a ser definitiva. HASTA
SIEMPRE. D.E.P.
Lo siento mucho, guapa! Un fuerte abrazo
ResponderEliminarLo siento mucho y animo ya recordarla con cariño. D.E.P
ResponderEliminarLo siento, duele perder a un amigo, independientemente de que esa amistad sea física o virtual. Un abrazo
ResponderEliminarLo siento mucho.
ResponderEliminarUn beso ;)