#leemosquijote: Capítulo V

Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero

El Quijote se queda tirado en el suelo y sin poder moverse tras una pelea. Y acordándose de los libros que lee, empieza a decir unos versos que dice un caballero herido. En eso aparece un labrador, que El Quijote confunde con el personaje de los versos que está recitando y le sigue hablando con esos versos. El labrador, sorprendido, le levanta la visera y descubre que es el Señor Quijana (que es como parece que se llama en realidad nuestro protagonista). El Quijote sigue  hablando con desvaríos y no sabe ni quién es él mismo. 

Pedro Alonso lo lleva hasta su casa donde están el cura y el barbero, grandes amigos de El Quijote. Están hablando, precisamente, sobre su afición a leer novelas de caballería que le ha llevado a la locura y su sobrina habla de que llegó a confundir torres con gigantes (el famoso delirio de la novela quizá aparezca sólo aquí). El cura dice que hay que quemar esos libros. 

En ese momento Pedro Alonso entiende lo que le pasa al Señor Quijana y al entrar a casa éste empieza a decir que dejen pasar a los personajes de los versos que recitaba y pide que le curen las heridas que se hizo en la batalla. No tiene ninguna y él pide comer y dormir. 

Al día siguiente Pedro Alonso va a hablar con el barbero, maese Nicolás que estaba en la casa de El Quijote. 

Este capítulo es más bien de transición y es cuando se está haciendo evidente lo que le pasa a El Quijote. Y, bueno, tengo ganas de que aparezca Sancho Panza ¿no os pasa igual? Por estos lares me soplaron que sale en Capítulo VII, así que ya queda menos.