En mi quinto cumpleaños
tú ya no estabas ahí.
Recuerdo mi casa llena de niños,
pero faltabas tú.
Te habías ido hacia poco
dejando un vacío difícil de llenar.
Tú que estabas como un rosa,
te encontraste con ese mal.
Tu casa ya no fue lo mismo,
le faltaba la alegría que tú le dabas.
¿Por qué te tuvo que pasar a ti?
tan pronto y con tantos proyectos nuevos por delante.
Faltabas tú en aquel probador donde me vestían de princesa,
en aquellos días tan señalados y que tanto te hubiera gustado disfrutar.
Mis recuerdos son flashes que tengo en mi cabeza,
en aquella casa de aquel barrio de calles estrechas.
Si supieras cómo está ahora…
Hace años estuve ahí, en aquel sitio que hiciste tan tuyo
y donde pediste terminar.
Esas ausencias por estar contigo en tus últimos momentos,
esos llantos en mi casa, sin entender qué pasaba.
Ya no me viste con mi nueva falda azul,
que seguro te hubiera gustado hacer.
Pero no te fuiste del todo…
Ya sabes esas fantasías,
que nos montamos los que seguimos en este viaje,
para paliar el dolor.
Me hablaban tanto de ti,
que parecía que seguías viva,
parecía que te conocía
y hasta te fui cogiendo cariño.
Siempre me hablan de tu humanidad,
de tu imán con la gente,
de tu falta de egoísmo,
ese que te llevo a la tumba.
Hasta me enfadé contigo,
por no hacer caso a quienes te decían,
que mirarás un poco por ti…
Si supieras el vacío que dejaste…
Sé que estuviste ahí,
desde mi primer minuto de vida,
desde que te dejaron entrar, en esa sala de hospital,
donde me esperabais impacientes.
Te fuiste demasiado pronto,
Y mis recuerdos se desvanecen.
Me decían que estabas en el cielo,
y me gustaba mirar arriba,
donde pensaba que me estarías viendo,
donde va la gente buena,
-eso era lo que me contaban en el colegio-
Me preguntarás por la otra,
(es evidente que tenemos 2).
A ti no te gustaba, según me contaron.
No sabes qué razón tenías.
Yo sólo tuve una, y esa eras TÚ.