Título: Madrid 1605
Autores: Eloy M. Cebrián y Eduardo Mendoza
Editorial: Algaida
Año de Publicación: 2012
ISBN: 9788498778212
Sinopsis de la editorial: Erasmo -un excéntrico profesor jubilado, entusiasta de la literatura de
los Siglos de Oro- convence a su ex alumna Pilar para que emprendan una
aventura en apariencia desquiciada: encontrar el manuscrito del Quijote
cervantino. Para ello habrán de seguir un relato donde se narran las
vicisitudes de un tal Miguel de Cervantes, el robo de su novela sobre un
hidalgo de La Mancha y la intervención en el asunto de otro escritor
llamado Lope de Vega. Pero lo que parecía ser una apacible indagación
entre bibliotecas y bibliófilos pronto se convertirá en una peligrosa
aventura de final imprevisible. Alguien más se halla sobre la pista del
manuscrito, y parece dispuesto a todo para conseguirlo.
En cuanto la editorial Algaida se puso
en contacto conmigo ofreciéndome este libro, me llamó la atención.
Lo pedí, pero por un error, no me lo mandaron. Hace unos meses lo vi
en un kindle flash de amazon y no me lo pensé 2 veces. Tenía, por
tanto, muchas ganas de leerlo y hasta ahora no le pude hincar el
diente. Una vez acabado, ya os digo que me ha encantado y creo que va
a ser una de mis lecturas preferidas del año. Ahora os cuento mis impresiones.
ELOY M. CEBRIAN Y FRANCISCO MENDOZA, AUTORES:
Eloy M. Cebrián combina su trabajo como profesor de secundaria con su pasión con la literatura.
Colaborador habitual de prensa local, Cebrián ha publicado varios libros, tanto de novela histórica como tradicional, así como juvenil.
Ha ganador premios como el Umbral de novela o el Jaén de literatura juvenil. Además es fundador de la revista literaria El problema de Yorik.
Francisco Mendoza,
Doctor en Filología, ha ejercido la docencia tanto en Albacete como en París y es especialista en literatura culta y de cordel.
A lo largo de su carrera ha publicado numerosos artículos y ensayos alrededor del mundo de los libros.
ARGUMENTO:
El protagonista de esta historia es
Erasmo, ex profesor de literatura y bibliófilo; afición a la que
dedica todo su tiempo.
Por este motivo, le gusta ir a
librerías de viejo del centro de Madrid, de esas que ya casi no
quedan y con una clientela prácticamente testimonial. Un día, en
una de estas librerías y por casualidad, encuentra un manuscrito
que parece que tiene la clave para encontrar uno de los mayores
legados literarios de la historia.
Este manuscrito está escrito por
Gónzalo de Córdoba, que llegó a ser yerno de Míguel de Cervantes.
En él cuenta que ayudó a que se publicase El Quijote, ya que
trabajaba en la editorial donde se publicó la famosa obra. Y lo más
importante: en él revela el escondite del primer manuscrito de El
Quijote, que fue legado por el propio escritor a sus descendientes,
pero que él decide esconderlo.
Además, también relata las mil y una
aventuras por las que tuvo que pasar Cervantes para publicar su obra
y que casi estuvo a punto de no ver la luz si quiera (fijaos que
estuvo metido en tamaña empresa uno de los más prolíficos autores
de nuestra literatura, coetáneo de Cervantes y con el que no tenía
“demasiada” buena relación). Y, por supuesto, en ese manuscrito
se cuenta dónde está el primer manuscrito de El Quijote.
Imaginaos: un bibliófilo, amante de
los libros por encima de todo, que se encuentra que puede encontrar
uno de los mayores tesoros literarios de la literatura universal: el
primer “borrador” de El Quijote escrito con el puño y letra de
su autor: Don Míguel de Cervantes. No hay palabras para definir lo
qué es, vamos.
Erasmo contacta con una ex alumna suya
y ahora profesora de instituto, llamada Pilar Esparza. Ambos deciden
encontrar ese tesoro literario (y económico, como no). Pero no son
los únicos que andan tras la caza del tesoro. A ellos se unirán
gente muy peligrosa... Es, por tanto, un hallazgo que les complica la
vida.
IMPRESIONES:
No siempre que un libro llama mi
atención cumple mis expectativas, pero con Madrid 1605, no sólo las
ha cumplido, sino que las ha superado, ya que el libro me ha
encantado y a medida que va pasando el tiempo, me gusta más. Es un
libro totalmente entretenido, de esos que lees sin darte cuenta y que
no tiene ningún defecto. En ningún momento se me hizo pesado, algo
imprescindible para que una lectura me guste.
Como ya podéis suponer, Madrid 1605
pertenece al género de la metaliteratura: un libro que habla de
libros o de escritores. Aquí trata nada menos que de nuestra obra
cumbre: El Quijote, que además estamos leyendo unos cuantos
blogueros a lo largo del año. Así que mereció la pena esperar un
tiempo para su lectura ya que así lo disfruté el doble.
Además también es un libro de aventuras, ya que estaremos en vilo con la búsqueda del manuscrito por parte de Erasmo y Pilar. Ya sabés que este tipo de lecturas resultan de lo más entretenidas para el lector.
Y por supuesto hay una parte histórica, aunque mezclada con la ficción. No son unos hechos que sucedieran realmente (o al menos no se tiene conocimientos de ellos, aunque quién sabe...) pero es evidente que tiene una base histórica importante.
Por si esto fuera poco con Madrid 1605 se aprende, como no. Una de las cosas que más me llamaron mi atención y que aprendí aquí es la existencia de los bibliófilos: que son personas que aman los libros (literalmente hablando). Pero no cualquier libro ni el libro en sí; si no la obra que encierra el mismo. Es amor a la literatura y hay quien tiene verdaderas joyas literarias en su biblioteca particular. Esto me sorprendió, ya que siempre di por hecho que libros (o manuscritos) pertenecientes a autores clásicos formarían parte del Estado y estarían guardados en Bibliotecas Nacionales o Archivos Históricos. El protagonista de Madrid 1605, Erasmo, tiene esta afición y da lo que sea por hacerse con libros así (eso sí,no quiere oír hablar de literatura contemporánea, algo que me hizo discrepar con él, como no).
A Erasmo, como buen bibliófilo, le encanta ir a librerías de viejo del centro de Madrid y en una de ellas, en uno de sus habituales paseos, encuentra uno extraño manuscrito (dice dónde está dicha librería y quién sabe si existe y todo). De una manera bastante picaresca se hace con él y resulta que está escrito por un tal Gónzalo de Córdoba. En él cuenta que Míguel de Cervantes, autor de La Galatea, tenía entre manos escribir una novela de caballería (género que en esa época ya estaba un poco pasado de moda) pero él le quiere dar un toque original convirtiéndolo en una especie de comedia haciendo parodia de ese tipo de novelas. Evidentemente, no es consciente de que se haya sumergido en una obra inmortal, ya que ningún artista que pasa a la historia lo sabe en ningún momento mientras tiene en mente su creación. Para él va a ser una obra sin más, incluso corta y perteneciente a sus Novelas Ejemplares. Gónzalo de Córdoba trabaja de aprendiz en la librería que se va a hacer cargo de su edición y ahí es donde conoce a Cervantes. El librero le convence para que sea más larga, ya que al leerla se da cuenta de su gran calidad literaria. Gónzalo y él lo llevan a imprimir, pero el manuscrito es robado por unos ladrones. A partir de entonces se encuentran en una especie de odisea para recuperar el manuscrito y no se pueden imaginar quién está detrás de todo ello...
En ese manuscrito, Gónzalo de Córdoba cuenta dónde escondió el primer manuscrito de El Quijote. Erasmo y Pilar se embarcan en una aventura que puede ser crucial para nuestra cultura. No sólo van a ser famosos, si no que se pueden convertir en millonarios. Pero no estarán solos, ya que más gente sabe lo que ahí se dice. Y la aventura se puede convertir en muy peligrosa (ya sabéis, que la gente por dinero se mata y todo).
No me digáis que el argumento no
promete. Parece ser que de Míguel de Cervantes no se sabe demasiado
y mientras lo leía tuve mis dudas acerca de si esta historia era
real o no. Cervantes escribió El Quijote, pero no se sabe si alguien
hizo de escribano y si alguien le daba ideas acerca del argumento.
Nunca lo sabremos y todo serán conjeturas. Quién sabe si mientras
lo escribía no lo hacía simplemente para pasar el tiempo y a la vez
reírse un poco de ese tipo de novelas que ya ni de moda estaban. Y
fijaos la que montó... Cuánta gente que pasó a la historia por
algo cuenta que cuando lo estaban realizando, pensaban que sería una
obra sin más. Que yo recuerde, John Travolta al recibir el guión de
Pulp Fiction aceptó por encontrarse en horas bajas como actor y al
leerlo pensó que sería una película sin trascendencia...Un guión
que había sido rechazado antes por Tom Hanks, ya que se encontraba
en el rodaje de Forrest Gump; una película que él pensaba que nadie
se acordaría de ella en unos años... Es evidente que ambos se
equivocaron de lado a lado.
Aunque era un libro que me llamaba mucho la atención, había una cosa que me echaba para atrás y era que estaba escrito por 2 autores, lo que ahora se llama “a 4 manos”. No sé si leí alguna obra escrita de esta manera, pero suelen ser obras muy criticadas por la gente. En este caso, parece ser que Francisco Mendoza ideó la novela y Eloy M. Cebrián la redactó, por lo que la novela resulta bien escrita. Lo malo es cuando cada uno escribe unas partes... Ya digo que no llegó a recordar si leí alguna novela escrita de esta forma, pero no me llama en absoluto.
Al principio parecía que no me
convencía mucho el estilo en que estaba escrita, pero enseguida me
hice a él. La historia se narra en 2 épocas diferentes y en cada
una se utiliza un lenguaje diferente, adaptado a cada época (ni que
decir tiene que no se hablaba igual en el siglo XVII que ahora). Es
un libro que se lee casi sin sentirlo, de esos que quieres leer más
y más y aunque es un poco tocho (500 y pico páginas, con un pico
largo) no se hace pesado en ningún momento. Si esto es lo que llaman
un “page turner” lo será, no digo que no. Pero ya os digo que es
adictivo. Por un lado tenemos la historia de Gónzalo de Córdoba y
su odisea con El Quijote (parece que la obra ya daba guerra antes de
ser publicada) y por otro la búsqueda del primer manuscrito del
mismo por parte de Erasmo y Pilar (2 búsquedas en épocas
diferentes, como veis).
Cervantes se las tiene que ver con un
prolífico autor que coincidió con él. En otras reseñas dicen
quién es pero yo prefiero mantener el misterio. Aquí lo ponen fatal
como persona (y como hombre para qué engañarnos). Se habla de la
rivalidad entre Góngora y Quevedo, pero no tengo constancia de que
Cervantes tuviera un enemigo de estas características. Ambos pasaron
a la historia y ambos dieron lugar a infinidad de calles, colegios,
institutos (mi madre se examinó de la antigua revalida en uno
dedicado al impresentable de esta novela)... Pero el Instituto
Cervantes es la máxima institución de nuestra lengua, no lo
olvidéis.
CONCLUSION:
Es evidente que tuve buen ojo porque la
novela superó mis expectativas con creces. Es una historia que pudo
ocurrir o no y que te entretiene todo el tiempo. Ya os digo que en
ningún momento se me hizo pesada y lo único que quería saber era
cómo terminaba todo. Es una novela adictiva y con la que se aprende
mucho. Así que no puedo dejar de recomendarla y le voy a dar la
máxima puntuación. IMPRESCINDIBLE.
Por cierto, yo todo el tiempo ocultando
quién es la bestia negra de Cervantes y resulta que lo dice la
sinopsis de la editorial jejeje...