- Título: Su luz interior
- Autor: Danielle Steel
- Editorial: Plaza & Janés
- Año de publicación: 1999
- Nº de Páginas: 384
¿Puede haber algo peor en la vida de un padre o de una madre
que la muerte de su hijo? La respuesta, obviamente, es no. Es un hecho tan
antinatural, que ni si quiera puede haber un término que defina a quien le
ocurre: así, el que pierde a su pareja se convierte en viudo o el que se queda
sin su padre en huérfano; pero no hay palabra para definir a quien pierde a
un hijo. Por este amargo trago tuvo que pasar la famosa escritora de novela
romántica Danielle Steel y como le ocurrió a Isabel Allende también publicó un
libro dedicado al hijo que su fue. Pero, a diferencia de la escritora chilena,
que el libro de Paula era una carta que le empieza a escribir a su hija cuando
cae en coma contándole la historia de su vida, Danielle Steele, en su libro,
habla de la vida de su hijo: su nacimiento, su adolescencia y como su
enfermedad diagnosticada tarde, le iba trastornando de tal manera, que era
evidente su final.
Es un libro que llevaba varios años tras él, ya que me gusta
conocer también la faceta personal de mis escritores de cabecera y tengo que
confesar que de Danielle Steel es la autora de la que más libros leí. El otro
día estuve haciendo memoria y conté hasta 9 novelas de ella. No es difícil
alcanzar este record personal, teniendo en cuenta que tiene en el mercado casi
100 libros (y al menos 70 están traducidos al castellano). Admirada por muchos,
odiada por otros, lo cierto que Danielle Steele siempre está entre los más
leídos y yo, que leí mucho de ella, aseguro que sus historias nunca decepcionan.
DANIELLE STEEL: ESCRITORA Y MADRE DE FAMILIA NUMEROSA
Se dice de ella que es la Corín Tellado americana, tanto por su prolífica carrera (a veces
publica más de un libro en un año, pero está lejos de llegar a las cifras astronómicas
de la escritora asturiana) como por su género: novela romántica y sencilla. No
estamos aquí para comparar, pero tengo que confesar que nunca fui capar de leer
una novela de Corín entera, pero ya os digo que desde que leí el primer libro
de Danielle Steel quedé entusiasmada con su forma de escribir.
Ni si quiera cuando me estrené sabía que era la reina de la
novela romántica por excelencia. Sus novelas pueden ser criticadas (es cierto
que siguen todas el mismo corte y no están trabajadas en exceso) pero todas
tienen una virtud: entretienen. No soy demasiado aficionada a este género (que
yo recuerde no leí otro tipo de novela romántica que no sea la de esta
escritora) pero sus historias siempre tienen mucha sensibilidad y enganchan.
Quizá sea algo repetitiva al narrarlas, pero sus tramas te llegan y es una pena
que mucha gente se eche para atrás por los tópicos que hay en cuanto su forma
de escribir.
Ella escribe siempre de noche, pero hace años, mientras se
metía de lleno con sus historias románticas de amores y desamores, en una habitación
de su mansión uno de sus hijos no dormía nunca y su convivencia con él era muy
complicada…
Ese hijo es el segundo de su prole, ya que nada menos que
llegó a tener 7 hijos biológicos (a los que había añadir los 2 hijos que aporta
su tercer marido y padre de 5 de los suyos). Tras una relación fugaz con un
hombre que llevaba una vida difícil (andaba metido en el mundo de las drogas)
nace Nicholas, a los que todos conocían como Nick. Su tercer marido, John
Traina, decide adoptarlo y así es como forman una enorme familia, que recordaba
a los Trapp de Sonrisas y Lágrimas. Viven en una lujosa mansión de San Francisco
y 2 de esas encantadoras niñas llamadas Vanessa y Victoria, hoy en día viven en
Nueva York donde están consideradas como auténticas It Girls. Se dedican a la
moda y una de ellas fue novia hasta hace poco del hijo del diseñador hispano-argentino Roberto Torretta.
Vanessa y Victoria Traina
Pero la vida de esta familia que parece que lo tiene todo, sufría por la enfermedad de uno de sus miembros: Nick, un chico que destacaba en la música, pero que padecía una enfermedad que afectaba al más importante de nuestros órganos: el cerebro.
NICK: UN CHICO DIFERENTE DESDE SIEMPRE
Nick desde bebé fue diferente al resto y su madre al tener
ya una hija se da cuenta de algo le pasa a ese crío regordete y tragón. Desde
siempre hay señales de alarma: comedor compulsivo, locuaz en el lenguaje (con
18 meses es prácticamente bilingüe, algo rarísimo en un varón). En cuanto nace su hermana pequeña sus celos se
hacen enfermizos. Con 4 años, la madre sabe para sus adentros que su hijo no
está bien de la cabeza ya que tiene una conducta extraña. Sin embargo, el
diagnostico tardará muchos años en llegar.
Según va creciendo, su comportamiento se agrava y al llegar
a la adolescencia su autodestrucción es evidente y no sólo destruye a los demás
sino al mismo. Él es su primera víctima.
Sin embargo, tiene una pasión: la música (bueno, tiene
muchas como el béisbol, el monopatín o la guerra de las galaxias), pero es en
esta faceta artística donde destaca. Esta pasión le llega a tener 2 grupos
musicales: Link 80 y Knowledge (aunque con este último dura muy poco tiempo, ya
que antes de ver su disco publicado, muere). Aquí creo que esos grupos casi no
llegaron, pero en Estados Unidos fueron bastante famosos (sobre todo el
primero, que parece ser que continúa en activo). Será líder de los 2 grupos y
su forma de actuar en el escenario hacia vibrar a la gente.
Pero sus compañeros de fatigas no sabe que en realidad es un
chico enfermo mental y que esos 2 hombres que él dice que son sus
guardaespaldas, en realidad son 2 cuidadores que tienen que estar con él día y
noche, al tener Nick totalmente incontrolados sus actos.
UNA ENFERMEDAD MENTAL CON DIAGNOSTICO TARDIO
Nick tardó mucho en tener un diagnostico de lo que le
ocurría. Leyendo el libro, pude comprobar que la sanidad en Estados Unidos, al
estar basada en seguros privados, deja a la gente bastante descubierta en
muchos sentidos. También es cierto que en esa época (años 80) ni de lejos a un
niño le diagnosticaban como trastornado mental. A él siempre le decían que era
un crío consentido, que tiene que adaptarse a una nueva familia y que por todos
esos motivos su conducta es anómala. Tras varías terapias infructuosas, ser
internado en colegios de los que tiene que huir y no saber qué hacer con él,
pide ser ingresado en un hospital para enfermos mentales. A todos sus problemas
le ponen un nombre cuando tiene 16 años: Psicosis maniaco-depresiva, lo que
también es conocido como trastorno bipolar.
Es una enfermedad que hace ir de la manía a la depresión,
con fases que van de la euforia al hundimiento. Muchas veces es confundida con
una depresión solamente y esa confusión puede ser catastrófica. Nick tiene todo
su control perdido y llega a ser incapaz de realizar actos tan simples como hacer un
bocadillo o cortarse el pelo. Nunca puede estar solo y vivir en una casa con
tanto ajetreo de niños y perros, le ponen peor. Pero con su nueva medicación
todo empieza a mejorar. Lo malo es cuando la deja de tomar a la mezcla con
sustancias nocivas.
A los 19 años lo tiene todo: un nuevo grupo musical y una
vida bastante controlada. Sin embargo, no hace más que echarle pulsos a la vida
y en uno de esos pulsos pierde la batalla. Era evidente su final.
OPINION PERSONAL
Este libro me ha gustado no sólo por conocer más a fondo a
la escritora de la que más libros leí, si no porque es una forma de saber lo
que puede ser una enfermedad mental. Muchas veces, tenemos a nuestro alrededor
a personas con alteraciones en la conducta que son tachadas como raras o
insoportables (o hasta como malas personas) y en realidad, no son más que
incomprendidas por todos. Por eso, hay que hacer todo lo posible por ayudarlas
y bueno, tener suerte con los médicos que tratan a esas personas, que en ocasiones
pueden meter la pena con graves consecuencias en el paciente.
Sí, la mente es la gran incomprendida y lo que a alguien le
pasa y no entendemos, nos puede pasar a los demás. Nick siempre fue diferente y
con un diagnostico correcto en su infancia y una buena medicación,
probablemente su vida hubiera sido otra. Pero todo llegó tarde y muchas veces
ni la medicación la podía asimilar bien. Nunca lo tuvo fácil y en el último año
de su vida, no daba más que señales de alarma de que quería acabar con todo. No
dejó ninguna nota ni una carta de despedida. Nadie llegó a saber si en realidad
quería partir o quería proponerle un reto a la vida.
El libro está dividido en varios capítulos de duración
media. Empieza con la relación que tuvieron sus padres y que culminó en su nacimiento.
Está todo dedicado a él: sus aficiones, su pasión por la música, la relación
con sus hermanos… Del resto de la familia se habla lo justo y tampoco la
escritora habla en exceso de su éxito como novelista (que es evidente viendo el
nivel de vida que tenían). Pero lo más importante es su enfermedad, que iba
minando sus fuerzas poco a poco.
Una vez fallecido, la madre leyó sus diarios (dicen que si
los hubiera leído antes, la ayuda hubiera llegado enseguida) y en el libro
también aparecen retazos de lo que escribía en su libreta cuando estaba en la
habitación sin ganas de salir de ella. También hay algunas de sus canciones (la
que fue su segunda madre dice que parecían las notas de un suicida) y muchas
fotos con su madre y sus hermanos. Parece ser que escribió algún cuento que
otro y la propia Danielle reconoce que era mejor escritor que ella.
Todas las ganancias que de Su luz interior van para una fundación
que lleva su nombre y donde se trata de ayudar a gente con problemas mentales.
Su muerte no cayó en saco roto y al ser el hijo de una celebridad en Estados
Unidos, su madre salió en varios programas de TV hablando de este tema, algo
que sin duda, ayudó a mucha gente con hijos que tenían esos problemas (y que,
probablemente, ignoraban hasta entonces).
Y para Danielle Steel siempre será su bebé, al que había que
ayudar a todas horas. Era el hijo que más cosas en común tenía con ella y que,
a pesar de todo, era su hijo con sus virtudes y debilidades. Como curiosidad
decir que cuando era apenas un bebé de 18 meses adoraba que le hablasen en
castellano (idioma que la escritora domina a la perfección) y que odiaba el
francés.
Un libro que merece la pena leer, ya que es una forma de
conocer en primera persona, lo que es una enfermedad mental. Totalmente
recomendable.
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de El Llano de Gijón.
Os dejo un vídeo que encontré en you-tube donde aparecen fotos del grupo de Nick con una canción suya de fondo:
Uff se me han puesto los pelos de punta leyendo la reseña, una historia dura y triste..
ResponderEliminar1beso!
Es duro, pero no cae en el morbo, eso es cierto.
EliminarDe Danielle Steel he leído hace mucho tiempo "Malicia" (1996), y me acuerdo de que el libro me mantuvo bastante enganchada. Sin embargo, creo que esa fue mi única experiencia con la autora. Ahora leyendo tu reseña, me doy cuenta de que la mayoría de las historias son muy cercanas y extremamente humanas. ¡Feliz domingo!
ResponderEliminarSí, son muy humanas, doy fe de ello.
EliminarPues no sabía nada de esta autora ni de sus libros pero este tiene pinta de ser bastante durillo! Me apetecen cosillas más light ahora mismo. Un besito!
ResponderEliminarCualquiera de sus novelas son light, pero aún así, tiene alguna k otra con pasajes algo duras.
EliminarMadre mía, qué libro tan duro! Evidentemente, nada puede haber peor ni más antinatural que perder a un hijo. Supongo que a las escritoras les sirve de catarsis contarlo todo en un libro.
ResponderEliminarYo leí Paula, que me encantó pero ahora mismo no me veo con fuerzas de leer algo así.
Besos
Paula es más duro todavía si cabe. Recuerdo que cuando lo leía una amiga mía me dio k cómo era capaz. Son libros que merece la pena leer, pero si te pillan en momentos de bajón, mejor no leerlos, claro.
EliminarMe parece una lectura bastante dura como ha dicho anteriormente Laky, pero gracias a esa dureza no dudo que sea una gran obra, me lo apunto, aunque creo que me costará leerlo.
ResponderEliminarUn beso, por aquí me quedo.
No he leído nada de esta autora, así que me parece que es una buena novela para estrenarse, aunque un poco dura. Habrá que buscar el momento adecuado.
ResponderEliminarBesotes!!!
No he leído nada de Daniell Steel y eso que mi madre tiene un mogollón de libros de esta mujer. ¡Le encanta! No soy para nada de literatura estrictamente romántica pero esta novela parece algo más, aunque mi estado de ánimo actual no me permite leer muertes de hijos, ya lo pasé fatal leyendo Paula y no tengo ganas de repetir. Has hecho una entrada completísima. Bss.
ResponderEliminarCompré hace tiempo Paula, de Isabel Allende y aún no he sido capaz de abrir la primera página. Conociéndome sé que me va a costar muchísimo. No sé si seré capaz de leer el que nos traes hoy que, por cierto, ha sido una reseña muy completa y me has tenido pegada un buen rato al ordenador. Lo apuntaré pero no con la intención de leerlo en futuro inmediato.
ResponderEliminarBesos.
Es más duro Paula, pero si eres muy sensible, quizá estos libros te cueste leerlos.
EliminarTengo una amiga que se ha leído todas las novelas románticas de esta autora, y siempre me anima a que lea alguna. De momento no lo he hecho.
ResponderEliminarPero desconocía este libro tan personal.
Un abrazo
Muy buen gusto el de tu amiga. Animate a leer de ella, seguro que te gusta.
EliminarPues veras... este no me lo apunto. En su día leí tres o cuatro de la autora y reconozco que no los diferencio. Por eso no he seguido.
ResponderEliminarBesos
grande autora !
ResponderEliminarLe estoy casi terminando y es impactante
ResponderEliminarSoy una lectora voraz pero no se porque no habia leido nada de esta autora pero empeze a leer y con este llevo 12 y no me a decepcionado ninguno