Para que luego digan que no existen las coincidencias: en mi blog musical, las 2 últimas entradas hablaban de canciones que cantábamos en misa, y va y se nos va el cura más emblemático de la parroquia de la que os hacía referencia: San Juan de Mata.
El cura del que os hablo se llamaba Alfredo Zurita, pero en el barrio (San José de Valderas) todos lo conocíamos como Zurita o simplemente Zuri. Era yo muy pequeña cuando lo conocí y no tenía muy claro qué era eso de Zurita (¿un tipo de cura con ese nombre? ¿un apodo?). Un cura poco convencional, siempre de vaqueros y con sandalias; grandullón, con barba y con voz ronca, que decía las palabras en perfecto castellano. Muchas veces tenía un cigarro en la mano y se paraba con la gente cuando la veía por el barrio: siempre tenía una frase de atención para ellas.
Tenía algo especial con los niños. Lo recuerdo en la iglesia en los previos minutos antes de entrar en catequesis (saludos a mi catequista Isabel). También en tantas misas a las que todos los domingos iba de pequeña (esas misas de niños, con canciones como "Si en verdad Dios te ama..."). No tengo muy claro si era el que las cantaba, ya que también estaba el párroco Juan Manuel, que sólo quería que la gente del barrio acudiera a la Iglesia. Así, sin más. Nada de asistencias vanas a misas o rosarios diarios. La Iglesia estaba abierta a todo el mundo sin importar sus creencias. También es cierto, que por esa época (los recordados 80) todavía no nos planteábamos el ateísmo como alternativa religiosa (recientes estaban todavía esos años con la Iglesia mandando) y mucho menos la presencia de otras religiones era el "pan nuestro" de cada día (nunca mejor dicho) en la España de esa época.
Hablar de Zurita es hablar de la parroquia y hablar de la parroquia es hablar del barrio. Un barrio obrero crecido en las emigraciones de los años 60 y 70 y con un grave problema en los 80 que fue la droga (y que a tanta gente se llevó por delante). La parroquia siempre estaba allí: haciendo colectas para los parados, impartiendo clases a los que no habían tenido oportunidad de aprender, dando meriendas a "nuestros mayores"... La parroquia estaba abierta a todos, sin importar a qué Dios se veneraba. La mejor forma de entender a Dios, que como decía Santa Teresa: "está entre pucheros".
Ya eran como 2 generaciones que crecieron con Zurita: las clases de religión (que tanta gente suspendía), los "campas", las convivencias, las excursiones... Recuerdo, sobre todo, las misas de pre-adolescentes a partir de los 11 años en el salón de abajo con el techo lleno de hueveras, con aquellas canciones que acompañábamos con las guitarras. Tantas veces me tenía que mandar callar... Teníamos hasta 1 minuto de descanso para poder hablar.
No recuerdo bien lo que decía en misa, pero sé de buena tinta, que lo poco que decía era maravilloso. Era un buen teólogo y mejor orador. Educado para ser cura desde niño, gracias a eso su humanidad se extendía a todos los que lo rodeabamos.
La última vez que lo vi se sorprendió de mis gafas de intelectual (que poco usé, en cuanto probé las lentillas). Cuando tenía 12 años dejé de vivir ahí, pero una parte mía sigue viviendo en ese barrio. Una de las personas que más recuerdo es a Zurita, que con una corneta nos despertaba todas las mañanas en el campa de Potes o que nos levantó de madrugada en la Isla de Ons porque la policía necesitaba nuestra ayuda (el muy "jodío", cómo nos engañó).
El destino quiso que se fuera en las calles del barrio que tanto ayudó a crecer. Nada menos que debajo de uno de los emblemas de San José de Valderas: la blasa. Las causas todavía se desconocen, pero ese punto está lleno de velas, de fotos... A estas horas quizá esté acabando su funeral, seguramente el más multitudinario que haya conocido el barrio. Todos los que lo conocimos, seamos creyentes o no, siempre lo llevaremos en el corazón. Personas así no se tenían que ir nunca. D.E.P.
P.D: La foto la encontré en esta página: http://es.paperblog.com/fallece-el-padre-zurita-parroco-de-san-juan-de-mata-en-alcorcon-539111/
Que bonito lo que has escrito! Hoy me he enterado (vido en U.S.A.) y que tristeza me ha dado... Cuando visite a mi familia hace unos meses le vi. Cosas de la vida, una prima de mi marido fallecio en esos dias. No se separaba de esta familia con la que habia compartido tanto... y como hablo en el funeral!
ResponderEliminarERA TODO AMOR...
Lo siento mucho :(
ResponderEliminarNo se irá nunca si le seguís manteniendo en el recuerdo con palabras tan profundas como las tuyas.
Un abrazo.
Me has emocionado, que bonito lo que has dicho de el, todo verdades, yo tambien he vivido esas tardes en el local de las hueveras.Nunca le olvidaremos
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