- Título: El Silencio de las Palabras
- Título Original: Girl in Traslation
- Autor: Jean Kwok
- Editorial: Maeva
- Formato: 15x23
- Encuadernación: Rústica
- ISBN: 978-84-15120-09-4
- Nº de Páginas: 288
- Año: 2011
- Traducción: Álvaro Abella Villar
Decidí leer este libro, ya que me atrajo desde el primero momento en que lo vi en la Casa del Libro (tanto la portada como el argumento me parecían muy atractivos. No sé, pero la portada, al menos para mí, es un punto fuerte para que me den ganas de leer un libro. Y, normalmente, no me suelen defraudar). Así que, decidí pedir a la biblioteca de mi barrio que lo compraran y me hicieron caso. Me llamaron y ya lo tenía (sólo prestado, no penséis que esto es como la Carta de los Reyes Magos). La verdad, que con las bibliotecas, estamos servidos en cuanto a lecturas se refiere. Sé, que a los escritores, no les parece demasiado bien esta fórmula de lectura prestada, pero no se puede hacer otra cosa. Me parece injusto para ellos, no lo niego, pero espero que no se reboten como los músicos y su canon.
Sinopsis:
Kimberly, es un niña de 11 años, que tras la muerte de su padre, emigra con su madre a Estados Unidos, abandonando para siempre su Hong Kong natal. Su tía Paula es quien les paga el viaje y la que parece que les va a proporcionar su vivienda, ya que la madre de Kimberly va a cuidar de los hijos de su hermana. Sin embargo, tras la grave enfermedad de la madre, Paula teme posibles contagios a sus hijos y les busca otra vivienda y otro trabajo. Sin embargo, el piso no puede ser más inhóspito y vivirán en unas condiciones infrahumanas donde el frío y los bichos acampan a sus anchas. Por otro lado, Kimberly enseguida destaca como alumna excepcional en el colegio, a pesar de que su inglés es algo escaso y no posee casi tiempo para estudiar, ya que se ve obligada a trabajar con su madre en los talleres textiles que posee su tía en Chinatown. Apenas ganan dinero y encima la mayor parte es para su tía, que les obliga a saldar la deuda del viaje a Estados Unidos. Para Kimberly nada es un obstáculo y lo único que pretende es mejorar la situación y darle a su madre una vida digna. Por ello aprovecha su talento y las becas que el mejor instituto de Nueva York le concede, al darse cuenta de su valía como estudiante. En ese instituto vive en un mundo totalmente ajeno al suyo: los compañeros son niños bien, que esquían en navidad en Europa, que visten marcas y que sueñan con estudiar en las mejores universidades de Estados Unidos. Ella, por su parte, nunca cuenta nada de su vida y no se acaba de integrar en ese mundo. Sin embargo, poco a poco se hace un hueco en ese mundo tan ajeno, pero al que quiere pertenecer sea como sea.
Personajes:
Kimberly: En realidad se llama Ah-Kim, pero su tía enseguida le deja claro que tiene que adoptar un nombre que suene americano, para que su integración sea más fácil. Es una chica casi superdotada y un portento en matemáticas y todas las ciencias en general.
Ma: La madre de Kimberly. Casi no logra aprender una palabra de inglés, por lo que Kimberly es la que lleva las riendas de las 2. La autora nunca dice como se llama, es sólo Ma.
Tía Paula: Hermana de la madre de Kimberly. Típica empresaria explotadora, nunca verá con buenos ojos la superación de Kimberly ni que pueda estudiar en los mejores centros.
Annette: Amiga de Kimberly en el colegio e instituto, siempre le parecerá raro que Kimberly no la lleve a su casa o que casi nunca salga con amigos o vaya a fiestas como otros adolescentes.
Matt: Joven chino-americano, ayudará a Kimberly y a su madre desde que las conoce en el taller textil.
Opinión Personal:
El Silencio de las Palabras, es ante todo una historia de superación. De como una niña tiene que hacer de adulta, ya que su madre no entiende el idioma. Y como se marca como objetivo que su madre tenga una vida mucho mejor (al menos en unas condiciones decentes). También es la historia de un silencio: Kimberly nunca le quiere contar a nadie cómo es su vida en Estados Unidos ni que descubran porque ella no puede ser como los demás jóvenes. La verdad, que con Kimberly es fácil identificarse, ya que el libro está escrito en primera persona; recurso que últimamente está siendo muy utilizado y que permite salir airoso al autor, en el caso de que el argumento no de mucho de sí. Y eso es lo que pasa en esta novela: su argumento se pierde a veces en las mismas situaciones y durante muchas páginas es prácticamente lo mismo: el instituto, el taller, su amiga y su secreto, El libro se convierte en una especie de diario de adolescente, con anécdotas de todo tipo. Aún así, es una historia muy amena y que consigue enganchar desde el primer momento, con personajes bien logrados, aunque quizá algunos un poco desdibujados (yo creo que les podía haber sacado más partido).
Lo mejor:
*La relación madre-hija con una hija que tiene que tomar el papel de madre en un mundo donde tiene que aprender a vivir por las dos.
*La decisión sorpresa de Kimberly en el momento más importante de su vida, hace que te quede mejor sabor de boca.
Lo peor:
*Algún personaje secundario desdibujado.
*Las lamentables condiciones en las que tienen que vivir Kimberly con su madre.
Conclusión:
Para ser la primera novela de la autora, no está nada mal. Es de suponer que haya mucho de autobiografía en ella, ya que como la protagonista de la historia, ella también tuvo que emigrar a Estados Unidos y fue una alumna destacada. Mejorando algunas cosas, es de esperar que sus historias sigan cautivando como esta.
Lectura facilitada por la Biblioteca de El Llano de Gijón.