Título: La Cata
Autor: Roald Dahl
Nº de Páginas: 88
Editorial: Nórdica
Año de edición: 2014
ISBN: 9788416112432
SINOPSIS DE LA EDITORIAL:
«La cata» es uno de los más brillantes relatos de Roald Dahl. Se publicó por primera vez en la edición de marzo de 1945 del Ladies Home Journal y posteriormente fue publicado, en 1951, en The New Yorker.
Seis personas se sientan a la mesa en la casa de Mike Schofield, un corredor de bolsa londinense: Mike, su esposa e hija, un narrador sin nombre y su esposa, y un famoso gastrónomo, Richard Pratt. Pratt suele hacer pequeñas apuestas con Schofield con el fin de adivinar el vino que se está sirviendo en la mesa, pero esta noche la apuesta será mayor... Cuando Schofield sirve el segundo vino de la cena comenta que será imposible adivinar cuál es, lo que Pratt toma como un reto.
Iban Barrenetxea ha realizado un magnífico trabajo gráfico para invitarnos a esta misteriosa velada. El vino está servido. Empieza la cata.
ROALD DAHL, EL AUTOR:
Novelista y autor de cuentos británico de ascendencia noruega, famoso como escritor para niños y adultos. Entre sus libros más populares están Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda, Las brujas y Relatos de lo inesperado. Comenzó a escribir en 1942 cuando, como miembro de la Fuerza Aérea, fue transladado a Washington. Su primer trabajo publicado, aparecido en la edición del Saturday Evening Post el 1 de agosto de 1942, fue un cuento titulado «Pan comido», describiendo su accidente con el Gloster Gladiator. El título original en inglés era «A piece of cake», pero fue cambiado a «Shot down over Libya» (Derribado sobre Libia) a pesar de que el accidente no tuvo nada que ver con la acción enemiga.
IBAN BARRENETXEA, EL ILUSTRADOR:
Iban Barrenetxea (Elgoibar, 1973). El absurdo y la casualidad, leyes absolutamente presentes en nuestro mundo, son un elemento más de su paleta, con la que retrata a carismáticos personajes que transpiran una sutil ironía.
Tras una década dedicado al diseño gráfico, inició su carrera como ilustrador en 2010. Desde entonces ha ilustrado una decena de libros, ha escrito dos de ellos y su obra ha sido reconocida con galardones del prestigio de Bratislava y los literarios de Euskadi.
IMPRESIONES:
Ya os decía en la pasada reseña de In
vino veritas que siempre me gustaban las novelas relacionadas con el
mundo del vino y que incluso me estaba aficionando a este mundillo.
Y, como veis, no ha pasado ni una semana y ya estoy aquí con otro
libro con trasfondo vinícola (titulándose La cata no podía ser de
otra manera, evidentemente).
En realidad no es una novela, si no un
relato de apenas 60 páginas y fue escrito hace muchos años por su
autor, lo que ocurre que la editorial Nórdica ha hecho una reedición
con ilustraciones de Iban Barrenetxea convirtiéndolo en una auténtica joya digna de regalar.
Pero
os voy a ser sincera y os voy a confesar que el libro no ha llegado a
mis manos en forma de regalo o de compra convulsiva. Bueno, no ha
llegado ni a mi casa si no que lo he leído durante mi estancia en La
Casa del Libro de lo que soy asidua. Lo vi hace unos días y como vi
que no era muy largo, decidí ir un día a mi librería de cabecera y
leerlo (no me mola nada hacer estas cosas por si me dicen algo, pero
como es corto, tampoco tuve que invertir mucho tiempo y no debí dar
mucho el cante). Está situado cerca del mostrador, así que mientras
lo leía, de vez en cuando veía a alguien preguntando por la novedad
de turno o cuál era la segunda parte de la saga de Valeria (vamos,
una de las mías).
Fue
una tarde un poco movidita, pero bueno yo creo que tardaría como
media hora más o menos en acabarla. Más bien que como estuve en una
hora punta, la afluencia era mayor. Así que os paso a contar.
La
cata, como os decía, es un relato de 60 páginas más o menos lo que
pasa que con las ilustraciones, el libro ocupa un poco más. Ya os
digo que los dibujos tienen un toque de comedia muy gracioso y me han
resultado ideales en una historia así.
El
relato está ambientado durante una cena donde se dan cita 6
personas: Mike Schofield, el anfitrión, la mujer y la hija de éste;
el narrador (del que no se conocerá nunca su identidad) y su esposa
y un reconocido gastrónomo llamado Richard Pratt.
Mike
es lo que se dice un nuevo rico, que viendo que gana dinero sin saber
mucho, decide organizar cenas para invitar a sus amigos ofreciéndoles
auténticos “delicatessen”. Y, por su puesto, excelentes vinos.
La verdad que tiene un alto nivel de vida y se lo puede permitir.
Y,
no sé sabe si por capricho propio de un millonario, pero le encanta
realizar apuestas con Richard Pratt, retándole a que no va a
adivinar el vino que le pone en la mesa. Siempre pierde, ya
que el gastrónomo es un gran entendido en la materia y no se le
escapa ni una. Pero a Mike eso no le importa, ya que lo tiene como un
juego divertido en el que lo que quiere es entretenerse y mostrar sus
excelentes vinos a sus invitados. Pratt con sólo catarlos ya sabe de
qué año son, el viñedo, la bodega... Y nunca falla.
Pero
un día Mike decide retarle con el “más difícil todavía” y le
dice que esta vez el vino que le va a dar a catar no lo va a acertar
en su vida. Y empiezan a apostar de todo, ya que ambos están
convencidos de qué van a ganar...
El
relato, sin duda, promete, ya que según van pasando las páginas,
sube la tensión y llega un momento en que te metes dentro de la cena
y quieres saber qué es lo que va a pasar ahí. Es un relato que va
de menos a más, ya que lo que en principio parece ser un simple
juego (propio de 2 caprichosos) al final se llega a convertir en un
juego de lo más peligroso.
Aunque
es breve, la narración resulta perfecta. Los personajes, aunque
pocos, cumplen su papel, siendo Mike y Richard los protagonistas,
siendo este último del que sabremos más. Es lo que se dice una
auténtica enciclopedia en vinos (o bueno, wikipedia ya) y habla de
ellos como si fueran seres vivos, utilizando adjetivos durante su
cata como “simpático” entre otros muchos para referirse a ellos.
Físicamente no es muy atractivo que digamos, lo que será muy
importante de cara al desarrollo de la trama.
El
narrador es un invitado más pero nunca sabremos ni su nombre ni
quién es. Simplemente quiere contar al lector lo que sucedió
durante una cena a la que asistió y 2 comensales hicieron una
peculiar (y hasta peligrosa) apuesta. Personalmente me encanta este
tipo de narrador que queda en el anonimato y que sólo actúa como
contador de la historia (algo que también vi en Mendel, el de los libros). Yo siempre pienso que es el propio autor, pero eso queda a
gusto del consumidor.
El
tema de las apuestas da siempre mucho juego y veremos como ambos
personajes son capaces de cualquier cosa con tal de ser el vencedor.
Mike está convencido de que esta vez Richard va a fallar, pero este
decide entrar en la apuesta de todas maneras. ¿Se le resistirá esta
vez ese vino tan bueno y tan raro de encontrar? ¿O será Mike el
timador timado? Yo hice todo tipo de apuestas y no acerté con el
final. Y, bueno, es todo mucho más fácil de lo que esperaba... Eso
sí, me imaginaba por dónde iban a ir los tiros con las apuestas...
Por
supuesto que el tema del vino está muy presente y comprobaremos
nuevamente el mundo que hay detrás de esta bebida. Casualmente el
vino de la discordia es de la zona de Burdeos, como ocurría en In
Vino Veritas; una zona que da sino los mejores de los mejores vinos
del mundo.
Volviendo
al tema de las ilustraciones, me han parecido que le da el toque que
este relato necesita para convertirlo en una pequeña joyita.
CONCLUSION:
Ya
estaréis comprobando que el relato me ha encantado. Me ha parecido
totalmente entretenido y al final hasta apasionante. Y, bueno, ahora
que llega la vendimia, viene de perlas su lectura. A este paso vamos
a tener que empezar a proponer lecturas relacionadas con esta bebida.
Yo, por mi parte, no os dejo de recomendarlo. IMPRESCINDIBLE.