Título: La Verdad sobre el Caso Harry Quebert
Autor: Jöel Dicker
Editorial: Alfaguara
Nº de páginas: 672
ISBN: 9788420414065
Como últimamente había leído libros
que no me habían gustando demasiado, estaba perdiendo interés por
la lectura. Ya sabemos que es una afición maravillosa, pero también
hay que fomentarla y si no encontramos lecturas que nos enganchen lo
suficiente, ésta puede decaer.
Había oído hablar muy bien de la
última sensación editorial: La verdad sobre el caso Harry Quebert a
la que muchos lectores calificaban como adictiva. Si añadimos que el
mes de setiembre estaba dedicado a la metaliteratura (y esta novela
habla de escritores y libros) y, además, me faltaba un comodín para
completar el reto genérico que nos proponía Laky a principio de
año, no me lo pensé 2 veces. Y si quería algo adictivo lo tuve con
creces, ya que esta novela engancha desde la primera frase y no decae
en ningún momento. Empecé a leerla en el móvil (misteriosamente te
lo puedes descargar gratuitamente) y ya me di cuenta que era la
típica novela que no puedes dejar leer hasta acabarla. Por lo visto,
un chico la leyó en un día y no es para menos. Yo porque no
dispongo de tanto tiempo para la lectura dada mis circunstancias, que
si no me la hubiera ventilado en pocos días. Así que cuando estaba
haciendo otra cosa, estaba deseando poder coger el e-book y seguir y
seguir. Sé que hay que gente a la que no le gustó tanto, pero yo
pertenezco al grupo de personas a las que le entusiasmó. Además,
son de esos libros que no olvidas facilmente y no paras de recordarlo
y sacar conclusiones.
JOËL DICKER, EL AUTOR:
Nació en Suiza el 16 de Junio de 1985
en Ginebra. La verdad sobre el caso Harry Quebert es su tercera
novela, que ya ha sido traducida a 33 idiomas. Tras el éxito
obtenido en España, ya hay alguna editorial que va a publicar sus
anteriores novelas.
SINOPSIS:
Marcus Goldman es un escritor que con
tan solo 27 años ya ha publicado lo que se dice un “best-seller”,
es decir, un libro que fue un auténtico superventas y que todo el
mundo ha leído. Marcus, por ese motivo, ha ganado mucho dinero y el
público está deseando leer su próxima novela, que ya antes incluso
de que haya sido escrita, ya es la más vendida.
Sin embargo, Marcus tiene un problema:
no se le viene a la cabeza ninguna idea para plasmar y por más que
lo intente, es incapaz de escribir una página si quiera. Es lo que
se denomina “síndrome de la página en blanco” y parece ser que
es más frecuente de lo que parece.
Marcus está desesperado, ya que tiene
un contrato con su editorial y el tiempo le apremia de tal manera que
cada vez está más cerca la fecha en la que tiene que entregar su
obra y no tiene nada hecho.
Por este motivo, decide visitar al que
fue al que fuera su mentor: Harry Quebert, un profesor de universidad
que hizo posible que Marcus fuera escritor. A los pocos días se
descubre, casualmente, en el jardín de Harry Quebert, el cadáver de
una joven de 15 años que había desaparecido misteriosamente 33 años
atrás. Se trata de Nolla Kellergar, con quien Harry había mantenido
una relación sentimental hasta el día de su muerte. Harry es
acusado de asesinato y Marcus empieza a indagar en el pasado de Harry
para demostrar su inocencia.
IMPRESIONES:
El libro está estructurado en 31
capítulos y al principio de los mismos aparecen diálogos entre Harry y Marcus, en los cuales el primero le da consejos al segundo
acerca de cómo escribir una novela. Porque La Verdad sobre el Caso
de Harry Quebert es ante todo una novela de escritores y libros y en
ella se aprenden los principios básicos que hay que seguir para
escribir algo que guste al público, que es al que se tiene que
dirigir ya que es a quien tiene que gustar su obra.
Pero ese algo tiene que tener forma y
fondo y es algo que le falta a la nueva novela de Marcus Goldman: que
ni si quiera existe, ya que al padre de la futura criatura le falta
la inspiración para que ésta nazca. Marcus es el narrador de la
historia y con el que sufrimos lo peor que le puede pasar a un
escritor: quedarse con la página en blanco. Al menos yo lo pasé
fatal leyendo su problema y empaticé totalmente con él.
Marcus es un joven escritor que lo ha
conseguido todo con una sola novela: ha sido reconocido por público
y crítica y ha ganado muchísimo dinero. En este sentido, conocemos
hasta donde llega el capitalismo en Estados Unidos, donde un libro
antes incluso de ser publicado, ya es superventas. Hasta tal punto,
que ya se habla de libro de Obama, que todavía no ha sido elegido
presidente. Un libro que ya va a ser el libro de la temporada, sin
estar ni si quiera en mente. Como le pasa al de Marcus, ya que al
menos el de las memorias de Obama sólo hace falta plasmarlo y
editarlo, pero el de Marcus ni eso. No sabe si quiera de lo que va a
ir. Pero ya es el libro de la próxima temporada. Verdaderamente, hay
escritores con esa suerte como Ken Follet o Dan Brown, que ya se sabe
que van a arrasar con sólo el nombre. Son apuestas a caballo ganador
de las editoriales. Que la calidad literaria no es muy grande, es
igual: lo importante es lo que ganan con ellos. Es el capitalismo, no
lo olvidéis.
Marcus ha querido ser el “number one”
en esta vida e incluso si puede hacer trampas las hace. Puede caer
mal en algunos momentos, pero es un personaje con el que he
empatizado (como os decía antes) y que me ha gustado en términos
generales.
El otro protagonista es Harry, profesor
de literatura y autor de la novela Los Orígenes del Mal, que está
considerada un auténtico clásico de la la literatura contemporánea.
Desde que conoció a Marcus, mantiene con él una relación muy
especial y es el que le enseña a ser escritor. Es un personaje
misterioso, ya que ni si quiera Marcus lo sabía todo de él. No
sabía que había mantenido una relación amorosa con una joven de 15
años cuando él tenía 30. Relación que fue la que hizo posible la
publicación de su única novela.
Nolla Kellergar es la adolescente de la
que Harry se enamoró y que desapareció misteriosamente el verano de
1975. Es un personaje complejo y que iremos conociendo poco a poco
(con giros inesperados incluidos). Su padre fue el reverendo del
pueblo y con su madre mantenía una peculiar relación. No os digo
más de esta singular familia, pero para mi gusto protagonizan
algunos de los grandes momentos álgidos de la novela.
La Verdad sobre el Caso Harry Quebert
está narrada a 3 tiempos: 1975, 1998 y 2008. Es lo que se dice un
thriller en toda regla donde el núcleo principal es quién mató a
Nolla Kellergar. Para ello el autor da saltos en el tiempo y mezcla
realidad con ficción. Jöel Dicker está considerado como el nuevo
Larsson y es algo que yo me di cuenta cuando estaba leyendo la
novela, ya que recuerda en parte a Los Hombres que no amaban a las
mujeres, novela que se centra en la misteriosa desaparición de una
joven. En este caso, ya se sabe que está muerta y hay que que
averiguar quién es el asesino. Ya os digo que me recordó mucho y
supongo que el escritor se inspiró en parte en aquel libro. También
es verdad que tampoco da tantos palos de ciego como en Millenium ni
se centra tanto en los detalles como Larsson que para describirte una
habitación amueblada de Ikea se tiraba 5 páginas. Aún así la
novela dura casi 700 páginas, no lo olvidéis. Lo cierto que no se
hace nada pesado y sólo quieres leer más y más. Hay giros
inesperados y más sorpresas de las que nadie puede imaginar. Se
puede cambiar de opinión acerca del asesino en múltiples ocasiones,
aunque algunas de ellas, no me las tragué. Consideraba este libro
como una gran novela y sabía que no podía acabar así. La novela
está perfectamente trazada y, además, hubo algunas cosas que me
parecieron metidas con calzador, pero que luego el autor explica el
por qué (me refiero a la historia entre el millonario Elijah Stern y
su chófer, Luther Caleb, que tiene la cara desfigurada).
También el autor ha sido comparado con
Nabokov y Philip Roth. Del segundo no tengo ninguna referencia, así
que no puedo opinar. Y el primero es famoso por su clásico Lolita,
que aunque no se haya leído el libro todo el mundo sabe de lo qué
va y quién más y quién menos ha visto alguna de sus muchas
adaptaciones cinematográficas (yo vi la de Jeremy Irons, que era
bastante mala, por cierto). Y sí, es evidente que hay mucho de
Lolita en la historia de Nolla, una adolescente picarona a la que le
gustan los maduritos.
Pero también en la novela encontré
otros homenajes (o inspiraciones o influencias o como lo queráis
llamar). Uno es a una conocídisima novela de la que todo el mundo
oyó hablar alguna vez (y que ha sido llevada al cine, la última
vez con un protagonista que le iba el papel como anillo al dedo). El
otro homenaje es a un clásico del cine de suspense en toda regla
(por no decir que es el clásico del suspense por excelencia). Pero
no voy a decir sus títulos ya que son tan conocidos, que podía
meter algún “spoiler” con tan sólo decir a qué clásicos me
estoy refiriendo. En este caso, si queréis lo podéis hablar en
privado conmigo los que lo hayáis leído.
CONCLUSION:
Se está diciendo que el libro no está
perfectamente escrito ni es una joya literaria. Y sí, es cierto que
hay libros mejor escritos (los de Larsson sin ir más lejos) y su
calidad literaria no es de matricula de honor. Yo creo que tampoco lo
pretende ser, pero lo cierto que consigue su objetivo: entretener y
mantener en vilo al lector sobre la verdad sobre el caso Harry
Quebert. Si queréis un libro que enganche, que sea imprevisible, con
giros inesperados y con más sorpresas de las que podía parecer, te
gustará. Y si además te has quedado con la duda de que a clásicos
de la novela y el cine me recuerda, ¿a qué estas esperando? Por mi
parte le voy a dar la máxima nota,ya que hacía tiempo que un libro
no me había enganchado tanto. Y, además, me gusta quedarme con la
boca abierto cuando lo estoy leyendo. Por eso digo que es
IMPRESCINDIBLE.