Los concursos son clásicos en la televisión, pero el Un, Dos, Tres es la madre de todos los concursos. Empezó hace casi 40 años (el 24 de abril de 1972 concretamente) y estuvo muchos años en antena, aunque no seguidos, ya que hubo varios parones.
Hace tiempo que no se emite (luego hablaré de su vuelta hace pocos años y su fracaso), pero aún sigue en el corazón de todos los que lo seguíamos. Un concurso original y bien hecho, que incluso fue exportado a otros países. Lo dirigía Chicho Ibáñez Serrador (actualmente enfermo) y fue además escuela de mucha gente que salió de ahí y que luego fueron actores, humoristas…
El primer presentador fue Kiko Ledgrad, pero yo no había nacido cuando estaba, así que nada puedo contar de él. Hace unos años que nos dejó y era famoso por usar varios relojes y calcetines de distinto color.
Yo empecé a verlo en 1982, cuando tomó las riendas Mayra Gómez Kemp, que fue algo insólito en la época, ya que fue la primera presentadora de Europa de un programa de esas características. Es una mujer a la que adoro y es de esperar que se vuelva a recuperar del mal que hace años le acompaña. Famosas fueron sus frases: “Y hasta aquí puedo leer” o “Tarjetita por aquí”, de las que luego hablaré.
El programa duraba más de 2 horas y lo emitían los viernes por la noche. Recuerdo que el lunes no hablamos otra cosa en clase y hasta jugábamos alguna vez en el recreo, pero era un juego que conllevaba tanta preparación que a no ser que lo llevásemos preparado de casa (cosa que no recuerdo si alguna vez se hizo) era imposible llevarlo a cabo. También era un clásico en los campamentos de verano a los que acudía y siempre había un día en el que jugábamos al ya mítico concurso.
Costaba de 3 partes:
Las preguntas: 3 parejas de concursantes tenían que pasar por 3 rondas de preguntas. Al principio se empezó a jugar por 25 Ptas. cada pregunta acertada, pero luego se cambiaron las reglas y con una máquina se elegía el dinero por el que se jugaba. Las preguntas iban subiendo de dificultad en cada nivel y al final siempre se decía otra frase que quedó para siempre: “por 25 pesetas (por ejemplo: nombres de animales mamíferos como por ejemplo el perro, un, dos, tres, responda otra vez)”. De ahí el nombre del concurso. Al final la pareja que ganaba quedaba para la semana siguiente y las otras 2 pasaban a la eliminatoria. La música que ponían era de un reloj de cuco que hoy en día mucha gente utiliza en el móvil a modo de revival. Y había una frase que fue una muletilla durante muchos años: “Son hermanos y residentes en Madrid” (dado que la mayoría procedían de la capital).
La eliminatoria: Eran pruebas, muchas veces muy duras, para llegar a la siguiente fase. Tenían fama de que se pasaban un poco, así que un día empezaron a poner vídeos del Humor amarillo ¿Os acordáis? Esos chinos que tenían que hacer de todo e incluso luchar por su supervivencia muchas veces para no se sabe qué. Si alguien sabe la finalidad que lo diga. La pareja que resultase ganadora pasaba a la subasta.
La subasta: En ella había actuaciones de todo tipo: musicales, de humor y cada número iba acompañado de una tarjeta que escondía un regalo. Éste podía ser muy bueno o muy malo. O la mascota del programa de la que luego hablaré (hubo hasta 3). Al principio Mayra leía una frase y acababa con la ya mítica “…y hasta aquí puedo leer”. La frase no dejaba entrever nada y al final ni te podías imaginar qué regalo escondía. Mayra jugaba a tentarlos y con el último regalo empezaba a ofrecer dinero… Y claro, como “más vale pájaro en mano que ciento volando”, hay quien prefería coger la pasta y olvidar el regalo… A veces acertaban, pero claro y si era el coche (el regalo más preciado de todos). O el apartamento en Torrevieja (Alicante). Para tirarse de los pelos, vamos. Pero claro, a veces había regalos como “2 millones de cerillas”, “50 bolsas de agua caliente” o “que un señor venga a tu casa a las 6 de la mañana y te despierte a toque de corneta”. Y en serio, que estos regalos se dieron.
Pero en el concurso no sólo estaba Mayra, sino que tenía muchos acompañantes:
Las secretarias: Unas chicas muy monas que en las primeras etapas se ponían unas gafas enormes. Una hacía las cuentas, otras acompañaban a Mayra al principio, otras presentaban a loso concursantes, otras daban el objeto de la actuación que llevaba la tarjeta con el regalo… Por ahí pasaron gente como María Casal, Lydia Bosh, Silvia Marsó, Victoria Abril… Luego tuvieron más protagonismo y hasta bailaban y cantaban. También hizo su debut, Nina, a la que quisieron lanzar a la fama. Más tarde se hizo famosa por dirigir la academia de OT. Me encantaba Kim, quien prometía, pero al no quitar nunca el acento americano, no consiguió su objetivo. Pero, mira qué valía.
Humoristas: Eran los que amenizaba la subasta y dejaban la tarjeta con el regalo. Recuerdo a Raúl Sender, La Bombi con “…y eso duele” o “¿por qué será?”, Bigote Arrocet (con sus llamadas telefónicas), Arevalo, Antonio Ozores (con “no, hija no” o “de todos los españoles”), el Dúo Sacapuntas (y su plaza “abarrotá” donde había “22, 22, 22…”. Recuerdo que hubo una leyenda urbana que decía que el más alto había muerto) o Beatriz Carbajal haciendo de tartamuda (personaje que tuvo que matar al recibir protestas de asociaciones con esta alteración).
La Bombi
Bigote Arrocet
Las Tacañonas: Eran las Hermanas Hurtado (Paloma y las gemelas Teresa y Fernanda). Hacían de mujeres retrogradas y siempre enfadadas con el programa. Cada vez que se acababa la ronda de preguntas tocaban un campana y Paloma decía: “campana y se acabó” y otra tocaba una trompeta. Pusieron de moda la frase: “alabamos, alabamos, alavenimos, alevenimos…”. Parece ser que Martes y 13 iban a hacer este papel, pero al última hora, cambiaron de planes. Era cuando Martes y 13 eran un trío y algunas veces salieron en la subasta.
Una parte muy importante del programa eran las mascotas. La más famosa fue Ruperta, una calabaza muy graciosa y entrañable, que sin embargo, nadie se quería llevar… Ya que significaba que no te llevabas nada. También estuvieron la Botilde y El Chollo, que al revés que las otras 2, a quien le tocaba suponía elegir cualquier regalo de los que habían salido. Eso sí, tenía un enemigo: El antichollo, con el que no te llevabas nada. Con la Botilde salió un juego que se llamaba la Boti-Bota para bailar con los pies. Yo lo tuve y lo bailaba al revés que todo el mundo (debido a mi zurdera que de vez en cuando me acompaña y me sale no sé de dónde).
Botilde
La Botibota. Costaba 450 Ptas, creo. Saliero muchas imitaciones, pero esta es la verdadera
El chollo y antichollo
LOS SUFRIDORES:
En los años 90 el programa volvió con Jordi Estadella y Josep María Bachs (del que no recuerdo nada). También estaba Miriam Díaz Aroca y entre las azafatas se encontraba una jovencísima Paula Vázquez, a quien Chicho eligió precisamente por no saber hacer nada. Lo que más recuerdo es a Ángel Garó, del que hablaré otro día en otro post.
Y como os decía al principio, el programa volvió en 2004. Lo presentaba Luis Larrodera y el programa se llamaba “Un, dos, tres… a leer esta vez”, ya que cada programa estaba dedicado a un clásico de la literatura. Resultó algo obsoleto y aburrido y ya no tuvo el mismo éxito.
Un gran concurso que nadie olvidará.
Así empezaba el concurso, toda la semana esperándolo. Era escuchar la música y apalancarse en el sofá para disfrutar.
Qué bueno!!!
ResponderEliminarEn este programa descubrí a Angel Garó!!!
Y siempre resonará en mis oídos eso de "Son amigos y residentes es..."
Besos
De Angel Garó hablaré otro día.
EliminarCreo que es el mejor programa que ha habido en la televisión, no he visto ningún otro que me haya gustado tanto como éste y ahora que recuerdos, había cosas que ya no recordaba como Botilde o los sufridores
ResponderEliminarbesos
Me ha gustado tanto que lo he compartido en mi perfil de FB,espero que no haya ningún problema.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog y gracias por esta entrada tan entrañable para los nostálgicos de esa época.
http://www.facebook.com/#!/profile.php?id=100003525879807