Título: La química del odio
Autor: Carme Chaparro
Editorial: Espasa
Nº de Páginas: 416
Año de Publicación: 2018
SINOPSIS DE LA EDITORIAL:
¿QUÉ HARÍAS SI, TRAS HABER SOBREVIVIDO A LA QUE CREÍSTE QUE ERA LA
PRUEBA MÁS DURA QUE PODÍAS SOPORTAR, EL DESTINO TE LLEVARA OTRA VEZ AL
LÍMITE?
Para la inspectora jefa Ana Arén no hay tregua: después de que
resolviera el caso que prácticamente acabó con ella, debe enfrentarse a
un reto endiablado, el asesinato de una de las mujeres más famosas de
España.
Siempre cuestionada por su superior, al frente de un equipo que aún
no confía en ella y con el foco mediático sobre la investigación, Ana se
ve de nuevo ante un crimen aparentemente irresoluble en el que el
tiempo y el pasado se empeñan en jugar en su contra.
Tras el éxito de No soy un monstruo (Premio Primavera de
Novela 2017), traducida a varias lenguas y que será llevada a la
pantalla, Carme Chaparro se consolida con La química del odio, su segunda novela, como una de las autoras más interesantes y arriesgadas del thriller en español.
IMPRESIONES:
En cuanto supe que Carme Chaparro había escrito una novela
(No soy un monstruo) no dudé en leerla, ya que es una periodista que me gusta
y, además, ya sabía que escribía bien debido a que leía sus artículos de la
revista Mujer de Hoy. Y no me decepcionó nada, ya que me pareció muy lograda
para ser su debut en el mundo literario y el final me dejó con la boca abierta.
Así que en cuanto supe que iba a sacar una segunda parte, no dudé en leerla. Ya
os aviso que el resultado no ha sido el esperado como os voy a contar.
La novela empieza con la incorporación al trabajo de la
inspectora de policía Ana Arén al trabajo después de la baja que le supuso los
hechos acontecidos en No soy un monstruo. Pero nada más volver ya se tiene que
enfrentar al asesinato de la Duquesa de Mediona (famosísima en España por salir
en la prensa rosa). Por si fuera poco también ocurre un extraño accidente de
ascensor resultando fallecidas varías personas.
Había oído decir que esta segunda parte era mejor que la
primera, así que mis expectativas eran muy altas, como podéis imaginar. Y sí,
en un principio me estaba pareciendo así, ya que vi que la trama era más trabajada
pero viendo el resultado final, me quedo con el anterior, vamos. Aquel me dejó
con la boca abierta; éste, en cambio, me dejó como si me hubieran echado un
cubo de agua fría.
Lo primero de todo decir que la autora consigue mantener la
intriga todo el tiempo; cosa imprescindible en una novela policíaca. Esta vez
hay 2 tramas diferentes: por un lado la muerte de la duquesa y por otra el
accidente del ascensor y ambas se van entrelazando poco a poco. La vida
personal de Ana Arén, como ocurría en No soy un monstruo, se entremezcla con
las investigaciones. En ese sentido, conviene haber leído primero el anterior,
ya que hay continuas referencias de él y de esta manera lo vamos a seguir mejor.
La novela está dividida en 52 capítulos no muy largos y será
un narrador omnisciente el que se encargue de contarnos los hechos. Algún
capítulo está escrito en cursiva en primera persona donde vamos conociendo la
mente del asesino (o asesina) que no descubriremos hasta el final.
La historia está escrita con un ritmo ágil todo el tiempo y
en ella hay giros inesperados como ocurre en este tipo de novelas policíacas
con tintes de thriller. Se nota que la escritora está metida en los medios ya
que en ella hay muchas referencias a programas de TV, así que así podemos
aprender como funciona este medio por dentro.
Por lo que os estoy contando tiene todos los ingredientes
para que la novela triunfe y aunque ha sido así (nuevamente ha sido el best seller
de la temporada) a mí no me ha convencido nada.
El primer fallo que vi fue en la narración, que aunque sigue
un ritmo rápido y no cae en el aburrimiento, a veces hay cosas que están mal
explicadas. También tengo que decir según la novela avanzaba noté mejoría en
este sentido y vi que la autora trabajaba más esta parte.
En lo referente al contenido, hubo cosas que me chirriaron
(como la de la niña procedente de familia “roja” que era rebelde pese a criarse
en el bando contrario). Esa parte de la historia prometía, sin duda, pero luego
la autora se fue por otro lado y la pasó casi de puntillas.
Y en cuanto al desenlace final me quedó la sensación de que
era una trama muy rebuscada, totalmente inverosímil y con cosas metidas con
calzador (lo de los viejecitos, sobraba para mi gusto).
CONCLUSION:
No puedo decir que la novela no me haya gustado en absoluto
porque no es cierto ya que al menos no se me hizo aburrida y eso para mí es un
punto muy favorable. Para mi gusto ha sido una segunda parte quizá escrita de
una manera muy precipitada por parte de la escritora que se ha visto presionada
por la editorial para que tuviera lista cuanto antes su nueva novela viendo el
éxito de la anterior. Y sí, en principio prometía, pero el resultado final para
mí ha sido algo desastroso. No digo que no lea la tercera parte (ya está viendo
a Carme Chaparro con el portátil en las redes sociales escribiéndola) y espero
que esté mejor que la segunda. Por lo demás, no digo que no la leáis porque al
fin y al cabo es una opinión personal mía y la novela ha gustado más que la primera.
Vosotros diréis.