Título: La chica del tren
Autor: Paula Hawkins
Nº de Páginas: 496
Editorial: Planeta
Año de edición: 2015
ISBN: 9788408141471
SINOPSIS DE LA EDITORIAL:
¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel, sí.
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas? y la misma parada en la señal roja.
Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí.
PAULA HAWKINS, EL AUTOR:
Nacida y criada en Zimbabue, Paula Hawkins se mudó a Londres en 1989, lugar en el que reside desde entonces. Ha trabajado como periodista durante más de quince años, colaborando con una gran variedad de publicaciones y medios de comunicación.
IMPRESIONES:
Estoy aquí con el libro del que todo
el mundo habla: La chica del tren. Aunque suelo leer prácticamente
todas las novelas que arrasan cada temporada, tenía mis temores
hacía ella ya que las opiniones que leí o la ponían por las nubes
o más bien decían que era aburrida y mediocre.
Encima en el libro aparecen comentarios
de usuarios que decían cosas como “había momentos en los que no
podía leer lo bastante deprisa” o “ se ha adueñado totalmente
de mi vida”. Frases así te pueden animar pero también te puedes
llevar una decepción si vas con las expectativas demasiado altas.
Así las cosas, empecé con bastante
escepticismo pero me enganché a su lectura sobremanera desde la
primera línea y se convirtió en un libro que no podía dejar de
leerlo hasta que lo acabé. Vamos, que me ha encantado y le voy a dar
la máxima puntuación.
Todo empieza con Rachel, una chica que
coge un tren para ir a Londres a trabajar todos las mañanas. Por el
camino pasa por el barrio donde vivió felizmente con Tom hasta que
se separó. Precisamente, el tren hace siempre una parada delante de
una casa que está muy cerca de su antigua vivienda. Desde la
ventanilla, ve en la terraza a una pareja que Rachel se imagina que
viven felices y a quienes bautiza con los nombres de Jess y Jason.
Un día Rachel ve algo que no consigue
recordar, ya que Rachel bebe y esto le produce problemas en su
memoria, de tal forma que sólo recuerda sensaciones y no el hecho en
concreto. Un día la chica que vive en esa casa, y que para ella es
Jess, desaparece; así que Rachel empieza a sospechar si ella no
sería testigo de lo que a esa chica le pudo pasar.
La narración no corre a cargo de un
narrador omnisciente si no que le hace diferente a La chica del tren
es que esté narrada por las 3 protagonistas femeninas: Rachel, Megan
y Anna. Esta última se incorpora hacía la mitad del libro más o
menos. Las 3 nos cuentan los hechos en primera persona y así se va
tejiendo la historia y poco a poco vemos los entresijos que hay
detrás y que en principio no podremos imaginar. A mí me enganchó
enseguida, ya os lo dije, aunque según leo en otras opiniones,
normalmente la gente tarda un poco más, así que tranquilidad y
paciencia si veis que el comienzo es algo lento y poco interesante.
Para mí el punto fuerte de La chica del tren está en esta peculiar
narración a 3 voces y que de haber estado contada a través de un
narrador omnisciente no hubiera tenido ni la mitad del éxito. No, La
chica del tren tiene que estar contada así. Además, no sé a
vosotros, pero encanta leer hechos desde diferentes puntos de vista,
así que con esta novela he disfrutado como la que más.
Los capítulos se alternan según sus
narradoras. Rachel quizá sea la protagonista principal, pero luego
las otras 2 también van cogiendo su protagonismo.
El planteamiento gira en torno de una
desaparición de una mujer. No está claro si se ha ido por voluntad
propia o si alguien le ha hecho algo malo pero poco vamos conociendo
su vida y empezamos a sospechar de todo el mundo, ya que en principio
todos los personajes son sospechosos, tanto las narradoras (Rachel,
Megan y Anna) como Tom, ex marido de Rachel y actual marido de Anna,
Scott, marido de Megan y Kamal, el psicólogo que la atiende a ella.
Una cosa que agradecí mucho es que no apareciera un culpable de no
se sabe dónde y que entre los sospechosos estuviera el culpable. Y
es el lector el que a través de la lectura y de los personajes como
se entera del desenlace.
La narración no puede ser más
absorbente y la escritora logra mantener la tensión todo el tiempo.
Y eso que no es la típica novela con ritmo vertiginoso, pero a
través de las 3 narradoras y a modo de diario, el lector se mete
dentro de la historia y quiere saber más y más. Es el típico libro
que lo lees de un tirón y que no es para ratos muertos o para leer
unos cuantos capítulos antes de dormir y coger un poco el sueño.
No, ya te digo que te va a dejar sin querer dormir, así que tú
mismo. Recuerdo que lo tuve que dejar casi al final durante unas
horas y casi me da algo.
CONCLUSION:
No me canso de decir que el libro me ha
entusiasmado y que está más que justificado su éxito. Sin tener
las características de los “page-turner”, La chica del tren se
convierte en un libro adictivo que no puedes dejar de leer en ningún
momento. Que hay gente que no opine así, no digo nada, ya que sobre
gustos no hay nada escrito y sí, quizá debido a su peculiar
narración, no consiga atraer a todo el mundo por igual.
Evidentemente yo no puedo dejar de recomendarlo, así que por probar
que no quede. Así que, por lo menos dale una oportunidad. MUY
RECOMENDABLE.