Título: Cambio príncipe por lobo feroz
Autor: Raquel Sánchez-Silva
Nº de Páginas: 168
Editorial: Aguilar
Año de Publicación: 2008
ISBN: 9788403012226
SINOPSIS DE LA EDITORIAL:
Ya está bien de historias malintencionadas. El nuevo milagro de la especie humana alcanza su cumbre el día en el que la mujer deja de querer ser la princesa para convertirse en la madrastra. Sin medias tintas. De la buena a la mala.
¿Quién querría ser una sosa al cuidado de siete enanitos (mineros y cantarines) pudiendo tener el tipazo de su madrastra gótica? ¿A quién le gustaría perder los taconazos en una carrera de todo menos elegante en pos de una calabaza tuneada? ¿Elegiría alguna mujer morirse de miedo en el bosque, encima cargada con la compra (¡vaya cuadro!), pudiendo aullar entre las garras de un lobo? Ni zapatos de cristal, ni polvos mágicos, ni espejos sinceros. Unos buenos Manolos, polvazos de verdad y elixires de la eterna juventud. No hay vuelta atrás.
No hay nada mejor contra el estrés que unas buenas risas entre amigas, tanto más liberadoras cuanto más se ríen, las amigas, de ellas mismas. Este libro quiere serun motivo más de carcajadas, cotilleos y puestas en común en torno a una mesa, a través de un teléfono o una batería de e-mails: reírse de la mujer moderna y sus mitos, reírse con la mujer moderna y sus mitos hacen que el nivel de exigencia disminuya. Te pongas como te pongas, los coches blancos del cuento son una horterada y un rubio vestido de azul celeste de arriba abajo también. Córtate las trenzas, regala manzanas para dormir a la competencia, fúgate con el lobo y date un baño de espuma con él. Recuerda: mientras las princesas duermen, las brujas vuelan.
«El concepto de la superwoman es una idea ridícula y cruel. Estoy convencida de que se le ocurrió a una mujer.» Raquel Sánchez Silva.
RAQUEL SANCHEZ SILVA, LA AUTORA:
Raquel Sánchez Silva nació en Plasencia en 1973. Ha trabajado en los Servicios Informativos de Televisión Española y de Telemadrid como reportera y presentadora. En Digital+ y Canal+ ha conducido varios programas de cine, así como La alfombra roja de los Oscar y el espacio de tendencias La hora Wiki. Ahora es una de las caras de Cuatro. Presenta algunos de los formatos conocidos como coach: Soy lo que como o ¡Qué desperdicio! y sigue en contacto con la ficción gracias a los especiales sobre las series de más éxito en la cadena, como Anatomía de Grey Unplugged y House Unplugged.
IMPRESIONES:
Me apunté a la lectura
conjunta de este libro que organizaban Luis y Susi pensando que era
una novedad de la presentadora (y también escritora) Raquel
Sánchez-Silva, chica que me cae especialmente bien. Luego vi que el
libro tiene ya como 7 años, así que de novedad nada, pero bueno, que
no pasa nada, ya que lo importante es que un libro te guste o no,
independientemente de si es novedad o no. Y, viendo el resultado, me
arrepiento en parte de haberme apuntado a esta lectura conjunta, ya
que el libro no es lo que esperaba. Me ha resultado aburrido en
algunas de sus partes y, en líneas, generales me ha parecido un poco
chorrada. Vamos, que es un libro totalmente prescindible que sólo
podría recomendar para matar el tiempo mientras se está en la
toalla de una piscina o de una playa en estos días de verano.
Cambio príncipe por
lobo feroz pretende dar una vuelta de tuerca a los cuentos
tradicionales que todos sabemos y adaptarlos a nuestro tiempo en todo lo lo relacionado con la mujer, riéndose de esa mujer perfecta que todas las
mujeres debemos ser hoy en día según los patrones establecidos.
Parece que tenemos que estar pendientes de todo para estar perfectas
a todas horas y, además, ser amas de casa perfectas, esposas
perfectas y madres perfectas. Vamos, que eso sólo ocurre en las
películas de Hollywood y si hacemos caso de todo los que nos dicen,
podemos caer en la frustración. En este libro nos podemos reír de
todo esto y comprobar que no tenemos que decepcionarnos si vemos que no conseguimos los que marca la sociedad (ya que es imposible). Que no se puede ser una superwoman, vamos.
No es una novela, si no que a través de 12 capítulos (basados en conocidos cuentos o personajes infantiles), la autora hace una reflexión sobre diversos aspectos de la sociedad actual, referentes sobre todo al papel de la mujer en la misma.
Empieza hablando de cómo sería ahora el Don Juan Tenorio y a mí personalmente me aburrió bastante ya que no me sentí identificada con lo que contaba. Eso sí, me gustó una frase:
¿Porque si es cierto
que la mujer lo tiene tan claro y es ahora ella la que selecciona
¿por qué nunca encuentra lo que quiere?
Los 3 capítulos siguientes siguen en la misma línea hablando a cerca de situaciones que me dejaron más fría que otra cosa.
A partir del quinto cuento, aquello me gustó más. La escritora habla de cosas como esas reuniones de amigas con una finalidad común: poner finos a sus hombres.
También toca el tema de las operaciones de cirugía estética, uno de los pilares fundamentales para conseguir ser una "perfect woman" . Pero claro, con tanta operación para estar divina de la muerte, muchas veces lo que se consigue es una cara totalmente alejada del aspecto natural, que puede conllevar hasta ciertos problemas psicológicos. Uno de los que más me
gustaron, ya que estoy totalmente en contra de esa obsesión
enfermiza por tener un rostro a golpe de quirofano, logrando una
imagen de lo más anti-natural (lo peor: los labios que parecen
flotadores y que parece que, afortunadamente, están pasando de
moda).
Y, por supuesto, para estar bella por fuera también hay que comprarse cremas de esas que muchas veces prometen una cosa que luego no es. Eso sí: después de haber soltado un buen fajo de billetes.
Pero no sólo hay que estar guapa a base de operaciones o cremas, sino que también hay que esculpir el cuerpo en el gimnasio para luego lucir cuerpazo en el verano (ya sabéis: la famosa operación bikini). Lo más gracioso es que mucha gente se apunta a estos centros y sólo va 2 veces: para apuntarse y para borrarse.
Y otra mucha gente decide ir al gym no sólo para estar en forma y tener un tipazo, sino para hacer amigos. Y aquí eché de menos
una reflexión mía: es el peor sitio para hacer amistades. Yo, que
fui socia de 3 gimnasios, lo puedo afirmar con rotundidad y cuando lo
he hablado con otra gente, me han dado la razón. Vamos, que os
aseguro que en una biblioteca pública se establecen más relaciones
personales. En los gimnasios puedes hablar con mucha gente, no digo
que no, pero cuando una vez sales del mismo, esas personas tan
simpáticas dentro del gimnasio, ni te miran a la cara al salir de
él. Es exagerado: hablas con ellos (o más bien con ellas en mi
caso) sobre todo en el vestuario. Mientras guardas cola para entrar
en la ducha, emprendes conversaciones de todo tipo (con el corte de
que muchas ni se tapan con la toalla, pero bueno) o también en el
banco donde te cambias de ropa. Todas son de lo más agradable, te
cuentan su vida e incluso te ofrecen algo por si lo necesitas
(incluso lo relacionado para la higiene femenina). Piensas, por
tanto, que son personas que luego vas a encontrar por la calle y vas
a seguir con esa amistad (aunque sea pequeña). Pero nada de eso: en
un 99% de los casos, esas chicas no se vuelven a acodar de ti (muchas veces,
incluso, dentro del gimnasio se olvidan de una). Yo puedo contar
chascos de esos a montones; ya que quitando una chica con la que
hablaba en la sauna y que luego me saludada por la calle, el resto,
daba la sensación de que no me conocían ni de vista. Habría que
hacer un estudio sobre estas amigas que lo son solo de gym (o de
vestuario). La verdad, que no lo entiendo, pero ya os digo que ahí
no vayas a hacer amigas: te decepcionarán.
Estos capítulos acerca de la obsesión (casi enfermiza) que tenemos que tener las mujeres por estar guapas a más no poder fueron los que más me gustaron. Los otros, en su mayor parte, me aburrieron más que otra cosa. Al final, hay epílogo, donde la autora hace una reflexión sobre la mujer en la sociedad actual y del poco caso que hay que hacer de estos cuentos si queremos ser felices.
CONCLUSION:
Así, en líneas generales, el libro me ha parecido un poco tontería y además, no me ha entretenido como pensaba en un principio que lo iba a hacer. A pesar de su corta extensión (168 páginas) no se puede decir que lo haya devorado en una sentada, ya que su lectura me aburría tanto por momentos, que me hacía no poder ir muy rápido que digamos. Así que no lo recomiendo mucho, ya que considero que hay lecturas mucho mejores para estos días de hastío veraniego en los que no queremos leer cosas demasiado densas.
Estos capítulos acerca de la obsesión (casi enfermiza) que tenemos que tener las mujeres por estar guapas a más no poder fueron los que más me gustaron. Los otros, en su mayor parte, me aburrieron más que otra cosa. Al final, hay epílogo, donde la autora hace una reflexión sobre la mujer en la sociedad actual y del poco caso que hay que hacer de estos cuentos si queremos ser felices.
CONCLUSION:
Así, en líneas generales, el libro me ha parecido un poco tontería y además, no me ha entretenido como pensaba en un principio que lo iba a hacer. A pesar de su corta extensión (168 páginas) no se puede decir que lo haya devorado en una sentada, ya que su lectura me aburría tanto por momentos, que me hacía no poder ir muy rápido que digamos. Así que no lo recomiendo mucho, ya que considero que hay lecturas mucho mejores para estos días de hastío veraniego en los que no queremos leer cosas demasiado densas.