#leemosquijote: Capítulo IV

De lo que le sucedió a nuestro caballero cuando salió de la venta

Una vez que Don Quijote fue nombrado caballero (de una manera poco convencional como es sabido) decide volver a su aldea para cojer dinero y buscar un escudero como le dijo el ventero que le nombró caballero (que rima y todo). 

Mientras iba caminando sobre Rocinante, oyó a una persona quejarse. El Quijote se alegra ya que se da cuenta de que es una persona que necesita su ayuda.

La persona que se queja es Andrés, que está siendo azotado por su amo. Andrés que parece que le robó alguna oveja porque su amo le debe mucho dinero. El Quijote, ante la injusticia, le obliga a pagarle lo que le debe.

Cuanda acaba y sigue caminando, se encuentra con un grupo de mercaderes de Toledo que se disponen a ir a Murcia en busca de telas. Don Quijote les dice que la doncella más hermosa de La Mancha es Dulcinea del Toboso y que todo el mundo lo tiene que reconocer.

Los mercaderes se extrañan y se dan cuenta de su locura y uno de elllos, que es muy burlón le dice que para reconocer algo así la tienen que ver primero. A lo que Don Quijote contesta que le tienen que dar la razón si ni si quiera verla, que es algo que no tienen que poner en duda.

El mercader le sigue replicando y ya le empieza a vacilar diciéndole que ellos son príncipes, pero que preifieren ver un retrato de la suodicha para comprobarlo y que aunque sea muy fea, ellos lo van a reconocer igual.

Don Quijote al oir que dice que ella es fea, arremete contra él, con tal mala suerte que se cae del caballo. Un mozo que pasaba le da una paliza. Don Quijote queda malherido, pero piensa que es algo normal en un caballero.

Esta vez el capítulo es algo más largo y en él hay ya más diálogo que en los anteriores. El Quijote ya empieza con sus aventuras y sus "entuertos" y está claro que no para de meterse en líos.

El próximo capítulo más...