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miércoles, 15 de enero de 2014

Reseña: Los tiernos lamentos (Yoko Ogawa)


Título: Los tiernos lamentos 
Autor: Yoko Ogawa 
Nº de Páginas: 320 
ISBN: 978-84-941475-6-2
Año de publicación: 2013

Sinopsis de la editorial: Herida por la infidelidad de su marido, la joven Ruriko, calígrafa de profesión, decide dejar Tokio y refugiarse en un chalé familiar en las montañas, donde tratará de recobrar el sosiego. No lejos de allí vive Nitta, un conocido pianista que en su día dejó de tocar por inexplicables razones, reconvertido ahora en fabricante de clavecines, un hombre del que emana una gran calidez y paz interior que fascinan a nuestra protagonista. Nitta va siempre acompañado de su perro ciego y sordo, y de Kaoru, una joven enigmática, obsesionada por los clavecines, que lo ayuda en su trabajo. La calígrafa se pregunta por la relación entre estos dos seres al tiempo que teje con ambos unas relaciones que van mucho más allá de la amistad. El destino de este triángulo no dejará de sorprender al lector.

 
Acabé este libro hace una semana y no me gusta que pase tanto tiempo para hacer la reseña, ya que se me olvidan detalles de la novela y luego la reseña queda incompleta. Además, ya digo que este el típico libro que cuesta reseñarlo, debido a que no es una historia que me haya llegado lo suficiente como para poder hablar de ella. Ya estáis viendo, por lo tanto, que no va a ser una de mis lecturas de 2014, precisamente. 

YOKO OGAWA, LA AUTORA: 

Nació en Okayama en 1962 y se inicia en la escritura en 1986. En el blog podéis encontrar las reseñas de sus siguientes obras: 


















IMPRESIONES:


La protagonista y narradora de Los tiernos lamentos es Ruriko, una joven calígrafa que acaba de sufrir un engaño amoroso y por ese motivo decide ir a una casa familiar situada en el campo. Sus únicos vecinos son Nitta, un pianista que fabrica clavecines y Kaoru, una joven que vive con Nitta. Los 3 formarán un peculiar grupo.

Este podría ser el resumen rápido de esta historia muy en la línea de Yoko Ogawa (los que leísteis algo de ella, sabréis a lo que me refiero). Como siempre ocurren en sus novelas, otra vez hay pocos personajes y estos son bastante atípicos y enigmáticos.

Empezando por Rurika, que de profesión es caligrafa. Supongo que en el país Nipón, será muy normal esta profesión, teniendo en cuenta el tipo de escritura que utilizan, con símbolos que ya en si mismos son auténticas obras de arte. Se dedica a pasar a mano historias que le encargan y en ese momento se halla inmersa en la biografía de una anciana con una vida llena de desgracias, que te hace plantearte cómo puede ser posible que una persona tenga tanta mala suerte en la vida (es pasar de una tragedia a otra, prácticamente). Rurika acaba de descubrir una infidelidad de su marido (oftalmólogo de profesión) y por eso decide divorciarse de él y alejarse de su vida. A medida que nos adentremos en la historia descubriremos los entresijos de la relación, donde lo de menos es la infidelidad visto lo visto.

Nitta es el vecino que tiene más cerca y es un genial pianista. Sin embargo, no toca el piano y se dedica a fabricar clavecines (poco a poco iremos conociendo por qué motivo no puede dedicarse a tocar el piano). Probablemente el clavecín no os suene de nada, pero es un instrumento musical que fue muy utilizado en el barroco y que fue sustituido por el piano. Como veis, nuevamente, gracias a Yoko Ogawa descubrimos algo que no conocíamos.

Por el último está Kaoru, un personaje bastante enigmático y bastante imprevisible.


La historia más que nada es la convivencia de los 3 protagonistas y muchas veces estás deseando que llegue algo emocionante, porque la narración se convierte más que nada en un diario sin nada importante. De repente, nos enteramos de algo, pero luego se diluye sin más y al menos yo, me quedé como si tal cosa. Por ejemplo, Kaoru tiene un secreto en su pasado que parece que va a ser la guinda del pastel, pero que luego se queda en nada.

El final no queda abierto, pero es el típico final que da la sensación que la escritora no quiso seguir y decidió terminado. No se puede decir, por tanto, que quede concluso ni cerrado. Es de esos que cuando acabas dices: “Ah, vale, ¿ya está?'”.

CONCLUSION:

Para mi gusto es una historia prescindible y sin sobresaltos, donde no ocurre casi nada emocionante. Parece que como dice la canción de Sabina: ¿Emociones fuertes? Buscarlas en otra canción. Que en este caso sería otra novela. Le doy una nota normalita ya que se deja leer, como ocurre con la prosa de Yoko Ogawa. Pero ya os digo que no vais a encontrar muchos sobresaltos. Al menos, yo no los tuve. PRESCINDIBLE. 

5 comentarios:

  1. Hel eído 3 o 4 novelas de esta escritora. La fórmula preferida del profesor me gustó mucho pero las demás, más cortas, me dejaron a medias y con una sensación rara. Por éso no me decidí cuando vi que se publicaba esta novela y veo que hice bien
    Besos

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  2. A mi esta autora me gusta mucho, pero es verdad que a veces da la sensación de que podría dar un paso más en la trama, no tanto en los personajes.

    Besos

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  3. No he leído nada de esta escritora y no creo que me estrene precisamente con esta novela.
    Un beso

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  4. Le está costando a esta autora llegar al nivel de La fórmula preferida... Hace buenas novelas pero no terminan de llenar. Y ésta parece más de lo mismo.
    Besotes!!!

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  5. Me gustó mucho La fórmula preferida del profesor y me apetece volver a leer algo de él. Tomo nota de este.Saludos

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