Título: El enredo de la bolsa y la vida
Autor: Eduardo Mendoza
Nº de páginas: 272 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editoral: SEIX BARRAL
Lengua: ESPAÑOL
ISBN: 9788432210006
Después de leer hace varios años, La
aventura del tocador de señoras con la que me reí como nunca con
una novela, quería volver con más aventuras del detective
protagonista. Tengo que decir, que no me ha decepcionado nada y que,
otra vez, me he reído con esta historia disparatada de chinos,
hipotecados y peluquerías sin clientes. Sin olvidar, a la Merkel,
claro.
EDUARDO MENDOZA, EL AUTOR:
Nacido en Barcelona en 1943, El enredo
de la bolsa y la vida es el cuarto libro perteneciente a un detective
del que nunca se sabe su nombre y ha pasado muchas temporadas en el
manicomio. Las 3 anteriores novelas son:
El misterio de la cripta embrujada
(1979)
El laberinto de las aceitunas (1982)
La aventura del tocador de señoras
(2003)
Otras novelas suyas muy famosas son: Sin
noticias de Gurb, La verdad sobre el caso Savolta o La ciudad de los
prodigios; libro que tuve que dejar a la mitad por resultarme muy
pesado. Y, por supuesto, Riña de Gatos. Madrid 1936 que ganó el
Premio Planeta en 2010 y que me gustó mucho.
ARGUMENTO:
Esta es la típica historia donde es
mejor que ponga aquí la sinopsis que ofrece la editorial, ya que
hace un resumen perfecto de esta alocada y disparatada historia: El
anónimo detective de El misterio de la cripta embrujada, El
laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras
regresa a la acción en tiempos de crisis. Contra su voluntad,
es decir, movido por la amistad y sin un euro en el bolsillo,
vuelve a ejercer de insospechado sabueso en la Barcelona de hoy
en una carrera contrarreloj por desarticular una acción terrorista
antes de que intervengan los servicios de seguridad del Estado.
Años después de dejar el sanatorio mental donde compartieron celda,
Rómulo el Guapo le propone un golpe a nuestro protagonista. Su
negativa y la misteriosa desaparición de Rómulo serán el arranque
de un enredo para resolver un caso de repercusiones internacionales
con la ayuda de un infalible equipo: la adolescente Quesito, el
timador profesional Pollo Morgan, el africano albino Kiwijuli
Kakawa, conocido como el Juli, la Moski, acordeonista callejera,
el repartidor de pizza Manhelik y el señor Armengol,
regente del restaurante Se vende perro. Eduardo Mendoza regresa
con una sátira genial, como las que sólo él sabe hacer. En
ella la fábula crea su propia verosimilitud, que es,
paradojicamente, la del género policial, y la de la farsa
convertida en apólogo moral. No se puede contar el libro sin
una sonrisa; pero es imposible leerlo sin carcajadas, y sin
comprender que en la Europa en quiebra técnica que habitamos no
basta con el humor dinamitero e inventivo: es preciso, además,
el don de la lucidez.
IMPRESIONES:
Aunque no se haya leído las anteriores
novelas de este singular protagonista, no pasa nada, ya que yo
prácticamente ni me acordaba de la anterior, La aventura en el
tocador de señoras y la he disfrutado igual. Está escrita en
primera persona y muchas veces el protagonista interactúa con el
lector, recordando algo de los anteriores libros. Como siempre,
Eduardo Mendoza, utiliza un lenguaje exquisito y logra satirizar
nuestra sociedad actual; la de las hipotecas, la de las tiendas de
los chinos, la de “no tenemos ni para comer” y, por supuesto, la
de los políticos cortos de inteligencia que nadie entiende ni por
qué están ahí. Esta es la parte que más me gustó y que, también,
salía en La aventura en el tocador de señoras, donde había un
alcalde con pocas luces que a más de uno nos sonaba a conocido. Ese
alcalde vuelve a salir aquí, supongo que es hasta el mismo
personaje.
La acción transcurre, nuevamente en
Barcelona, donde se dan cita una serie de peculiares personajes, que
son el alma de la novela. Porque los que leísteis a Mendoza, sabréis
que es un escritor de ciudades y personajes. Los diálogos que
mantienen dan lugar a la risa, gracias a sus golpes y a su humor
absurdo.
Se puede decir que se trata de un
vodevil con una sucesión de situaciones disparatadas, donde se
ridiculiza nuestra sociedad. Ya os digo que me reí nuevamente, algo
que no suelo hacer cuando leo algo.
CONCLUSION:
Es una novela que se lee rápidamente
dada su brevedad (no llega a las 300 páginas) y a su escritura ágil.
Si además os queréis reír y pasar un rato divertido, adelante, que
no os decepcionará. MUY RECOMENDABLE.
Esta autor sigue estando entre mis pendientes.
ResponderEliminarLeí hace ni se sabe Sin noticias de Gurb y es lo único que he leído de este autor. Me apunto estos dos títulos porque me apetecen bastante. Bsss y me alegro que te haya gustado tanto.
ResponderEliminarMe gusta muchísimo Mendoza. He leído muchos de sus libros y por supuesto la saga completa de este detective anónimo. Este libro en concreto lo leí el verano pasado y me encantó, me reí muchísimo con, a veces a carcajadas. Mendoza es único combinando humor y crítica sociopolítica. Besos
ResponderEliminarLos dos primeros de esta saga los leí hace años y me gustaron mucho. Pero no me he animado aún a leer los siguientes. A ver si les hago hueco, que parecen mantener el nivel.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me encantan las novelas de humor de Eduardo Mendoza. De este detective he leido todas menos esta, que espero leer algún día.
ResponderEliminarBesos
Ya he leído algunas reseñas del autor y todo el mundo coincide en que es muy bueno, me tendré que animar!!
ResponderEliminarNuño
http://blogdelecturadenuno.blogspot.com.es/
Este lo leeré seguro, que me encanta Mendoza =)
ResponderEliminarBesotes
Tengo que volver a leer algo de Mendoza y dado que no he leído nada de la Saga de este inspector puede ser una buena opción. Un beso.
ResponderEliminarLa visión que el chino tien sobre Europa, además de acertada es muy divertida.
ResponderEliminarTendré en cuenta tu recomendación.
ResponderEliminarBesitos.
Parece que Don Eduardo es apuesta segura siempre
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