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martes, 20 de enero de 2009

El hombre que compra

Acabo de leer en la prensa digital que el hombre cada vez hace más la compra. Por lo visto, de cada 5 cestas de la compra, una está hecha por un hombre. Por mi trabajo, ya lo tenía más que comprobado y es totalmente cierto eso: muchos hombres hacen la compra diaria, bien sea porque cada vez vive más gente sola o porque la pareja está fuera de casa, el caso es que por la cuenta que les tiene, les toca bajar al supermercado y llenar la nevera.

Todavía las cifras son bajas, pero esperanzadoras; ya que mientras “ellos” suben en esta tarea, “ellas” bajan. Y es de esperar, que un día se iguale todo y estudios así, dejen de ser noticia.

Vamos progresando, está claro. Pero si os dais cuenta, muchas veces él la hace “porque ella está trabajando y a mí me viene mejor”. Es decir, son suplentes, como Reina en la selección que juega cuando no está Casillas. De todas formas, atrás quedaron los prejuicios machistas que se despreocupaban de cualquier tarea femenina, ya que podían ser tachados de “mariquitas” al ser vistos con las bolsas del supermercado. Poquito a poquito, se anda el caminito, está claro. El día que pongan la lavadora y cuelguen la ropa, nos vamos todas de borrachera.

Y bueno, según el estudio, se preocupan de la calidad, de la salud y no sólo de llenar el carro de cervezas y aperitivos. Y además, como cada vez cocinan más, prefieren elegir ellos mismos los ingredientes. Eso es cierto: cada vez hay más “Arguiñanos” en potencia, y sino fijaos: todos cocinan de miedo y “chachi piruli”. Vamos, que no conozco a ninguno que se declare mal cocinero o del montón. No, el que cocina, lo hace para chuparse los dedos ¿Tendrán que disculparse por ponerse el mandil?

Pero sigamos con la compra masculina. Y es que hace tiempo tenía pensado escribir un post de este tema, y aprovechando que leí esta noticia, lo hago hoy. Por mi caja, pasan muchos hombres (sean del tipo de amos de casa que sea) y tengo que reconocer que me suelen gustar más que las mujeres en caja (que no son sólo “marujas” que tanta mala fama tienen). Ellos suelen ser como más espabilados y enseguida cogen bolsas y lo empaquetan todo en 1 “santiamén”. En cambio ellas, se quedan esperando a que seas tú la que se lo embolses todo y muchas veces, permanecen ahí como lerdas con el monedero en la mano, mientras tú pasas toda la compra por el scanner y por dentro te estás cagando en sus muertos, ya que piensas que luego se lo tendrás que embolsar todo y perder tiempo. Joer, ¿por qué no van ganando tiempo? Y luego se quejan, las jodias. Me dan ganas de decirles: “Venga señora, su compra”. Es cierto que es tarea de la cajera, pero, coño, que espabilen. Un día, pillé tanto rebote con una, que le puse toda su compra donde están las bolsas y le dije que lo podía embolsar. Y seguí con el siguiente cliente.

El caso es que nos están ganando terreno: todos cocinan bien y hacen la compra de miedo. Entonces, ¿por qué no son todos “amos de casa”? Si os dais cuenta, cada vez hay más mujeres en todos los campos laborales… Esto de "el hombre que compra" puede ser una nueva especie humana... La próxima semana, hablaremos del gobierno.



http://www.boosterblog/


4 comentarios:

  1. Quiero un hombre, solo para mi. Y que vaya a la compra. Me suba una barra de medio poco hecha, Minute maid tropical y yogures vitalinea a malsalva. Si, eso quiero.
    Magnifico blog nena.

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  2. Pues mi marido va a la compra. Pero todo me lo trae mal. Si le pido lavavajilla me trae champú y si le digo que espuma para pelo rizado me trae gomina efecto mojado...vamos, que no me renta.
    Me encanta tu blog

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  3. Yo quiero uno k cocine para ahorrarme la thermomix, ya que ellos lo valen.

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  4. Es que ellos eso de la belleza femenina, como que no.

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